Zapatero afirmaba que nuestro sistema financiero era de los mejores del mundo, y mentía. Zapatero dice que nadie podía prever la crisis inmobiliaria; pero disponía de un informe completo de la Inspección del Banco de España desde mayo de 2006 que le avisaba de los peligros. El Gobierno de ZP y el Banco de España permitieron que bancos y cajas (más estas que aquellos) dieran créditos a troche y moche, con amortizaciones a 40 años, por más del 100% del valor de los pisos, y permitiendo también que las familias destinaran más del 50% de su renta ordinaria al pago de las hipotecas. Hubiera sido tan sencillo como impedir desde el Banco de España todos estos disparates y ahora no nos veríamos como nos vemos.
Ahora resulta que muchas cajas de ahorros o las compran bancos españoles y/o extranjeros o se rescatan con miles de millones de dinero público; o, mucho peor: se hunden. Esas CAJAS COJAS, llenas de políticos y sindicalistas que las han llevado a la casi quiebra, ahora se quejan del último decretazo. El Banco de España salió el lunes a explicarnos que hay 100.000 millones de euros en riesgo o prácticamente desaparecidos, echando más leña al fuego de la ceremonia de la confusión. Y el Gobernador del Banco de España, cuando le preguntan por el informe de los inspectores del año 2006, dice que eso pertenece ya a la historia y que prefiere hablar del futuro; otro más que elude responsabilidades.
Pero aquí tenemos el drama de muchas pobres familias que pierden sus viviendas, ejecutadas por entidades financieras que les vendieron la moto de que todo era superfácil y que lo que compraban por cinco, llegado el caso, lo venderían por 10. Por eso, ¡que nadie lo olvide!: la burbuja inmobiliaria es hija de una enorme burbuja financiera alimentada por la ambición de banqueros sin escrúpulos o inexpertos, que hicieron su agosto amparados por un Gobierno inútil y demagogo y por un Banco de España ineficaz y colaboracionista. (Continuará…)
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