sábado, 27 de octubre de 2018

Aristoteles en Defensa de La Propiedad fue una Defensa Liviana

El debate entre propiedad privada y propiedad comunal viene de larga data. En la Antigua Grecia por ejemplo, encontramos la ciudad de Atenas y la ciudad de Esparta con ambos sistemas contrapuestos.
Como explica Huerta de Soto Atenas era una ciudad relativamente más liberal y democrática, con una floreciente actividad comercial y artesanal y con un orden espontáneo de cooperación social basado en el respeto e igualdad ante la ley. Eric Roll, autor de la “Historia de las Doctrinas Económicas” explica que entonces existía “la propiedad privada de la tierra, la división del trabajo en grado muy avanzado, el comercio -sobre todo marítimo- y el uso del dinero.”
Frente a Atenas, destaca la ciudad de Esparta, profundamente militarista, y en la cual la libertad individual es prácticamente inexistente, pues todos los recursos se consideran que han de estar subordinados al estado.
Mientras Sócrates y Platón fueron grandes admiradores del estado totalitario de Esparta, Aristóteles se mantuvo alejadro de la propiedad comunal.
Varios estudiosos de la historia del pensamiento destacan en Platón sus ataques a la propiedad privada, su alabanza de la propiedad común, su desprecio por la institución de la familia tradicional, su concepto corrupto de la justicia y su teoría estatista y nominalista del dinero. En suma, su ensalzamiento de los ideales del estado totalitario de Esparta.
Frente a ello, Aristóteles tuvo una mirada opuesta, ofreciendo extraordinarios argumentos en favor de la propiedad privada.
1) La propiedad privada es mucho más productiva, y por tanto facilita el progreso. Los bienes que son poseídos en común por un elevado número de personas reciben poca atención, puesto que la gente tiende a guiarse por su propio interés y descuida cualquier obligación cuyo cumplimiento pueda dejarse a otros. Por contraste, uno presta el mayor interés y cuidado a lo que es de su exclusiva propiedad.
2) uno de los argumentos de Platón para favorecer la propiedad comunal es que ésta supuestamente conduce a la paz social, puesto que nadie envidiará o intentará hacerse con la propiedad del otro. Aristóteles replica que la propiedad comunal conducirá más bien a un conflicto continuo y agudo, puesto que cada cual se quejará de que ha trabajado más duro que los demás y ha obtenido menos que otros que han trabajado poco y se han aprovechado más del fondo común.
3) La propiedad privada está fuertemente implantada en la naturaleza humana: en el hombre, el amor a sí mismo, al dinero y a la propiedad están íntimamente ligados en un afecto natural a la propiedad exclusiva.
4) el gran observador del pasado y el presente que es Aristóteles no deja de apuntar que la propiedad privada ha existido siempre y en todas partes. Intentar imponer la propiedad comunal en la sociedad supondría menospreciar lo que es resultado de la experiencia humana para aventurarse en algo nuevo e inexplorado. Abolir la propiedad privada probablemente acabaría creando más problemas de los que resolvería.
5) sólo la propiedad privada posibilita actuar moralmente, esto es, practicar las virtudes de la benevolencia y la filantropía. Forzar a una propiedad comunal destruiría tal posibilidad.

domingo, 14 de octubre de 2018

America Before 1877

The Alaska Purchase (RussianПродажа Аляскиtr. Prodazha Alyaski) was the United States' acquisition of Alaska from the Russian Empire on March 30, 1867, by a treaty ratified by the United States Senate, and signed by President Andrew Johnson.


What does it mean to be an american


Americans  for me  live in the  land of opportunity
For me Americans  represents the opportunity of knowing a very big Country very different an full of opportunities. So all americans have the opportunity of living of this land of hope and dream.
America is very far from Spain my home country.
Americans are  competitive and an american wants to take the best in his activity. For me americans have to fight a lot to get reward on life.
Americans for me also represents a very big diversity.
I have a brother and a sister that live also in america but in different places and for me america is diversity. This means that they are a lot of different americas so you can decide which one you like best. So americans have the opportunity of making choice among a huge diversity.
Although it is difficult very dificult for me I try to work very hard and give the best of me. I have to fight very hard.

Americans love to live in liberty and democcracy and they pursuit happiness

Is a big opportunity for me to study in a foreign language. Because I hope that one day I can be as fluent in english as I am in spanish. Americans for a foreigner with a different language also represents a huge learning experience.

This is only my second year in this beautiful place after all the effort I am putting in this experience I will receive for sure a big payback an the land of oppotunity will also smile at me an eventualy be enrich with all these new posibilities.

It looks like in America a lot of people can do what they really want. Work in what they like makes dreams come threw.




miércoles, 10 de octubre de 2018

Gran Bretaña, al rescate de la Armada

Gran Bretaña, al rescate de la Armada

Antes de poder reconstruir la Armada, la Monarquía de Alfonso XIII debió hacer frente a dos obstáculos: la quiebra económica del Estado y el aislamiento internacional de España. Las medidas de austeridad y recorte del gasto público impulsadas por Miguel de Villanueva –ministro de Hacienda– dieron sus frutos y permitieron disminuir la enorme deuda que había dejado la Guerra de Cuba. Pero salir del aislamiento político era una tarea todavía más complicada. España no tenía mucho que aportar y sí mucho que pedir.
En 1904, la alianza entre Gran Bretaña y Francia, dos enemigos históricos, para hacer frente al aumento de poder del Imperio alemán dieron la oportunidad a España de ganar peso internacional. Después de repartirse la mayor parte de Marruecos, Gran Bretaña y Francia cedieron a España el norte del país, a excepción de Tánger, que se convirtió en un puerto internacional. Por supuesto, Alemania denunció el reparto y forzó la celebración de una conferencia en Algeciras, en 1906, donde los españoles ejercieron de anfitriones y se alinearon definitivamente con la «Entente».

La cooperación militar entre España y Gran Bretaña, con el objetivo de dotar a nuestra Armada de elementos disuasorios contra las ambiciones germanas, se plasmó en 1907 con la visita a Cartagena del Rey Eduardo VII. Los británicos sabían que de estallar un conflicto internacional «la Royal Navy» no podría alejarse mucho del Canal de la Mancha y del Mar del Norte, pues allí la flota alemana concentraría sus ataques, y que Francia sería incapaz de enfrentarse en solitario con Italia y Austria-Hungría. Devolver a la vida la escuadra española se antojaba una inversión necesaria para los intereses de la «Entente» en el Mediterráneo.
Como el historiador Agustín Ramón Rodríguez González explica en su libro «Jaime Janer Robinson: Ciencia y Técnica para la reconstrucción de la Armada» (Navalmil Ediciones), «los gobiernos británicos no tuvieron el menor reparo en transferir tecnología, desde diseños y personal especializado, hasta materiales que no se fabricaban en España, para que nuestro país se lanzara a construir acorazados "dreadnoughts"», los más punteros de Europa. Así, con solo tres de estos buques modernos y otros siete barcos desfasados España pasó de ser una irrelevancia naval a ser una potencia estimable en el Mediterráneo.
A cambio, Alfonso XIII se comprometió a intervenir a favor de Francia y Gran Bretaña llegado el caso de estallar una guerra contra Alemania y sus aliados, entre otros, el Imperio Austro-Húngaro e Italia, con amplia presencia militar en el Mare Nostrum. Precisamente, la principal preocupación del Estado Mayor francés era que no fueran capaces de trasladar a tiempo el XIX Cuerpo de Ejército, donde estaban sus tropas de élite y la Legión Extranjera, desde Argelia y Túnez hasta el corazón de Europa. Si la flota combinada de España y Francia no pudiera derrotar a la de Italia y Austria, los franceses se planteaban incluso desembarcar las tropas directamente en un puerto español de la zona de Levante.

Italia rompe la baraja

Las previsiones británicas iban todavía más allá sobre lo que esperaban del compromiso español. Aunque nunca se llegó a concretar, se barajó constituir una fuerza expedicionaria anfibia de unos 50.000 españoles para amenazar el litoral italiano y sus islas colindantes. De hecho, el Gobierno español ofreció 100.000 soldados para la defensa de la frontera francesa con Italia que, si no se materializó, fue solo debido a las reticencias del Estado Mayor francés y de su jefe, Joseph Joffre.
Así y todo, cuando parecía inevitable que España tomara parte por sus aliados de la «Entende» a los que les debía la reconstrucción de su armada, Italia rompió en el último momento con el guión previsto. Argumentando que, en contra de los términos pactados, Austria había sido la agresora se negó a unirse al bando que había lanzado el primer disparo. En agosto de 1914, los italianos no hicieron honor a sus compromisos firmados con Alemania y permanecieron neutrales. Sin la esperada ayuda de los italianos, la flota austriaca nada pudo hacer para evitar el traslado de tropas francesas desde África.
Alfonso XIII, en el palacio de Buckingham, por la muerte de Eduardo VII
Alfonso XIII, en el palacio de Buckingham, por la muerte de Eduardo VII - ABC
Una vez superada esta fase del conflicto –que terminó por convertir Europa en una inmensa red de trincheras y barro– España perdió su importancia estratégica y se vio libre de sus obligaciones, lo que le permitió declararse neutral. Paradójicamente, Italia sí terminó por entrar en la guerra un año después, pero lo hizo en el bando la la Triple Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso.
El 7 de agosto de 1914, la Gaceta de Madrid publicaba un real decreto por el que el gobierno del conservador Eduardo Dato se creía en el «deber de ordenar la más estricta neutralidad a los súbditos españoles con arreglo a las leyes vigentes y a los principios delDerecho Público Internacional». Durante el resto del conflicto, no hubo mucho empeño en implicar a España en la guerra porque, básicamente, a la mayoría de líderes europeos le bastaba con que se mantuviera neutral.
España ya no tenía mucho que aportar y, lejos de ofrecer prebendas o beneficios a los líderes españoles para ingresar en la guerra, los esfuerzos fueron dirigidos a convencer a la sociedad civil de la necesidad de intervenir a través de una prensa que, en ocasiones, se vendió al bando más generoso. No en vano, según varios documentos históricos, Alfonso XIII siguió convencido en todo momento de que lo más provechoso era entrar en la guerra en apoyo de sus viejos aliados.

jueves, 4 de octubre de 2018

La Biblia y la Economía

A lo largo de las Escrituras, especialmente en el libro de los Proverbios, la indolencia, la pereza, la holgazanería, se ven como grandes males morales y como la causa importante de la pobreza. Modernos pensadores tales como George Gilder (autor de Riqueza y Pobreza, un best seller de Economía) ha afirmado lo que la Biblia ha dicho por milenios, acerca de la riqueza y la pobreza. “La única ruta confiable para escapar de la pobreza es siempre trabajo, la familia, y la fe.

Las cosas materiales fueron creadas para la gloria de Dios y beneficio del hombre. (2) Aún cuando las cosas materiales temporales son buenas e importantes, no constituyen el propósito de la existencia. Nuca debemos de perder de vista que también hay cosas espirituales eternas (Dios, el alma humana, los m

La Biblia es el libro sagrado de la cristiandad, y es fuente de inspiración religiosa; sin embargo, también se pueden sacar algunas enseñanzas económicas. En el libro del Génesis (XIII) sobre la separación de Abraham y Lot se cuenta lo siguiente: “Cuando Abraham salió de Egipto, con su esposa y con todo lo que tenía, regresó a la región del Négueb. Su sobrino Lot se fue con ellos. Abraham era muy rico, pues tenía oro, plata y muchos animales. Lot también era muy rico, pues, al igual que su tío Abraham, tenía muchas ovejas y vacas, y gente que acampaba con él; pero el lugar donde estaban no bastaba para alimentar a tantos animales. Ya no podían vivir juntos, pues los que cuidaban el ganado de Abraham se peleaban con los que cuidaban el ganado de Lot. Así que un día Abraham dijo a Lot: “Tú y yo somos parientes, y no está bien que haya disgustos entre nosotros, ni entre tus pastores y los míos. Ahí tienes toda la tierra, para que escojas. Por favor, sepárate de mí. Si tú vas al norte, yo me iré al sur; y si tú vas al sur, yo me iré al norte.”. ¿Cuál era el problema entre Lot y Abraham? “El lugar donde estaban no bastaba para alimentar a tantos animales. Ya no podían vivir juntos”. ¿Qué solución encontraron? “Ahí tienes toda la tierra, para que escojas. Por favor, sepárate de mí. Si tú vas al norte, yo me iré al sur; y si tú vas al sur, yo me iré al norte.” Las actividades primarias como la agricultura, el pastoreo, la minería, etc, se caracterizan por tener rendimientos decrecientes. Es decir, que a medida que se produce más, los costos crecen más. Siempre se llega a un punto, después del cual el recurso no está disponible, en la misma cantidad o calidad a la anterior unidad del recurso utilizado. Si una nación se especializa en agricultura o pastoreo como en el caso de Lot y de Abraham habrá un momento en que después de usada toda la tierra, y que “no puedan vivir juntos”, más rápido que tarde, sus habitantes tendrán que emigrar, probablemente a tierras inferiores, hasta que el ciclo termina, cuando no haya más tierras para ocupar. Precisamente, los rendimientos decrecientes de las actividades basadas en la naturaleza son la causa de los procesos colonizadores, como lo señala Alfred Marshall (1890, Principios de economía), en el caso de la separación de Lot y de Abraham, e igualmente como lo es en el caso de nuestra colonización antioqueña. El cambio técnico en las actividades agrícolas incrementa la presión sobre los recursos naturales, y aumenta la productividad, sin embargo, estas actividades, en comparación con las actividades urbano-industriales, sólo pueden ser rentables, mediante mecanismos de fuerte apoyo gubernamental y frondosos subsidios, como sucede en los países desarrollados (PD), debido a la alta competencia (perfecta) en los mercados y la alta variabilidad de los precios como las características más sobresalientes de los bienes intensivos en recursos naturales, que se agregan a los rendimientos decrecientes. Por está razones se explica la racionalidad de los enormes subsidios agrícolas que los PD pagan a sus agricultores, que han sido la manera, artificial por supuesto, como los PD han convertido a la agricultura en una actividad de “retornos crecientes”. Entre más siembran más reciben. Como resultado, la nación especializada en productos primarios queda atrapada en una actividad económica que cada vez produce menos y menos, por unidad de los factores productivos. Entre más produce más pobre se hace, y el medio ambiente se deteriora más, constituyendo así la doble trampa de los recursos naturales: Pobreza y degradación del medio ambiente van de la mano con la especialización, que resulta de los recursos naturales, y la articulación al comercio internacional que resulta de ésta ventaja comparativa. Históricamente, señala E. Reinert, ha habido dos vías de escape de la trampa de los recursos naturales. La primera es la vía señalada en el Génesis, que funciona siempre y cuando todavía haya una frontera agrícola abierta con tierras disponibles. La segunda, que es un poco más sofisticada, consiste en construir, lo que Michael Porter llamó la ventaja comparativa creada, basada en actividades de rendimientos crecientes o de costos decrecientes, con alto valor agregado e intensivas en conocimientos, donde el cambio técnico es más rápido, la productividad es más alta, y los salarios son mas altos, al contrario de las actividades primarias. Esta ha sido la vía de los PD.

La Escuela de salamanca

A partir de esta investigación, tanto Hayek como Schumpeter
(“Late Scholastic Economics” en su History of Economic
Analysis, 1954), señalan la importancia del pensamiento
económico de la escolástica española: precursores de la teoría
subjetiva del valor, de la formación competitiva de los precios
y de la teoría cuantitativa del dinero. Rothbard y Huerta de
Soto consolidan esta revalorización en el seno de la Escuela
Austriaca de Economí

(PDF) Introducción a la Escuela de Salamanca. Available from: https://www.researchgate.net/publication/295399828_Introduccion_a_la_Escuela_de_Salamanca [accessed Oct 04 2018].

El libro de Grice-Hutchinson, The
School of Salamanca: Readings in
Spanish Monetary Theory, 1544-
1605 (1952) inicia, desde la teoría
monetaria, el interés más reciente
por los escolásticos españoles del
XVI
Estos desarrollaron la teoría de los
precios basados en la valoración
subjetiva, la teoría cuantitativa del
dinero y la teoría de la paridad del
poder adquisitivo.
La teoría de los precios llegó al
siglo XVIII (Hutcheson) a través de
Lessio, Grocio y Pufendorf
I. A propósito del pensamiento económico
6
Origen geográfico más restrictivo (convento de San Esteban y U. de
Salamanca) o más amplio (mundo hispánico, incluido Portugal –
Universidad de Coimbra- y América). Hay que diferenciar origen y
proyección (Barrientos: 10 + 85)
Otras denominaciones: escolástica española, escolástica hispana
(Chafuén), escolástica tardía (Schumpeter), o escolástica indiana
(Popescu, por la desarrollada en América)
Corpus Hispanorum de Pace de L. Pereña (+50 maestros) con el
descubrimiento como objeto fundamental de estudio
Unidad metodológica y doctrinal. Referencia fundamental de la
Escolástica: Santo Tomás y su Suma Teológica (metafísica, política
y ética aristotélicas)
Integración del pensamiento económico en el pensamiento sobre la
justicia y el derecho. Cómo conciliar la fe con el nuevo orden
económico y social. La doctrina tomista como “instrumental analítico

(PDF) Introducción a la Escuela de Salamanca. Available from: https://www.researchgate.net/publication/295399828_Introduccion_a_la_Escuela_de_Salamanca [accessed Oct 04 2018].

martes, 2 de octubre de 2018

El Valor

CAPITULO III. Del valor. Valor es la propiedad que tienen ciertas cosas de proporcionar a quien las posee otras en cambio. Utilidad es relación entre el hombre y el mundo exterior: valor es relación de cosa a cosa. La teoría del valor de tal modo penetra toda la Economía política, que algunos la llamaron la ciencia de los valores. Y a decir verdad, cuando se considera la inmensa variedad de frutos y artefactos que una industria floreciente arroja de sí, y que cada hombre se consagra a un oficio, se echa de ver que la sociedad moderna subsiste por el cambio, sea directo ó permuta, sea indirecto ó compra y venta. De aquí se sigue que el cambio es una ley fundamental de la Economía política, por lo mismo que es una condición necesaria de la riqueza. La utilidad por si sola no constituye el fundamento del valor. Nada más útil que el aire que respiramos, y sin embargo no tiene valor alguno. La utilidad combinada con la limitación, da origen al valor, porque si las cosas no son útiles, no se apetecen ni solicitan, y si no existen en cantidad limitada, cada uno las toma por su mano cuando y como quiere sin esfuerzo ni sacrificio. Así pues, valor supone siempre utilidad; pero utilidad no siempre supone valor. El valor denota que las cosas nos cuestan algo y es tan en nuestra posesión. Si nada cuestan, nada valen, y si no tienen dueño, las ocupa y hace suyas el primero que llega. Por eso Bastiat define el valor la relación entre dos servicios cambiados, entendiendo por servicio el esfuerzo del hombre ó la fatiga que pone al producir una cosa que trueca por otra resultado de un esfuerzo igual; ó como si dijéramos, valor es la comparación del trabajo propio con el ajeno. Bastiat define el valor tomando la causa por el efecto. La facilidad ó dificultad de adquisición influyen en el valor de las cosas aun más que la utilidad misma que lo engendra, pero no lo determine. Pocas veces se toma en cuenta e

La Economía Política y El Progreso Económico

Puesto que existe un progreso económico, hay en la sociedad hechos particulares que lo determinan, fuerzas que lo aceleran ó retardan y leyes á que obedece. Todo, asi en el mundo fisico como en el moral, todo se ajusta á un órden natural establecido por decreto, de la Providencia. Nada se gobierna por el acaso ó la ciega fortuna de los antiguos. Sucede a menudo que la oscura razon del hombre no alcanza á penetrar los misterios de la naturaleza; pero en realidad no hay efecto sin causa de donde se derive. Economía política es la ciencia do los intereses materiales, ó la teoria del trabajo y la riqueza. Vivimos en el siglo de la industria; y la vida industrial ha transformado la sociedad dando origen a multitud de hechos nuevos que se rigen por leyes especiales. Investigarlas, explicarlas y demostrarlas constituye una ciencia aparte cuya jurisdiccion se extiende á todos los fenómenos relativos á la produccion y distribucion de las riquezas; esto es, á estudiar las causas y los efectos de una produccion más abundante y de una distribucion más equitativa de los bienes que se alcanzan por medio del trabajo. Reparan algunos autores en los inconvenientes de este nombre, porque se presta á confundir la Economía política con la Política, y ofrece fácil ocasión de acusar á los economistas de novadores peligrosos, aparejados a reformar la constitución del estado segun un sistema preconcebido y á erigirse en arbitros supremos del gobierno. Por eso prefieren unos llamarla Economía pública á diferencia de la doméstica ó privada, otros sencillamente Económica, otros Crematística ó ciencia de la riqueza, y otros, en fin, Catalática ó ciencia del cambio.
Suelen los enemigos de la Economia politica acusarla de que despierta en el hombre la sed de las riquezas y alimenta el amor de los intereses mundanos y los placeres de la vida con menoscabo de todo lo bueno y lo justo.
 No: la Economia politica no esta reñida con la virtud, no menosprecia el deber, no sacrifica el espiritu á la materia. La Economía Política es la ciencia de lo útil, como la moral es la ciencia de lo licito y honesto. Lo útil general, ó sea el bien público, nunca se opone á la pureza de las costumbres, ni á la severidad del derecho, ni al rigor de la justicia. Deber é interés se concilian, cuando el deber significa la conciencia rigiendo nuestra voluntad, y el interés el móvil de nuestra actividad elevandose gradual mente del individuo al pueblo y del pueblo al genero humano. La utilidad general resume la utilidad do los particulares, si todos los intereses privados son legitimos y verdaderos. Algunas veces acontece que la pasion extravia al individuo y le empeña en defender un interés egoista, como si fuese lícito y ordenado al bien de la sociedad: otras veces sucede que el interés particular, tan perspicaz en todo cuanto le toca de cerca, caiga en el error de preferir un beneficio temporal ó dudoso á la utilidad cierta y permanente del estado; pero conforme el interes privado se eleva, se ilustra y purifica, se acerca a las leyes eternas de la moral hasta confundirse con ella. Asi se desvanece el cargo de individualismo que con frecuencia se hace a los economistas. Aman la libertad individual, primera condicion del trabajo; mas no pretenden aislar y encerrar al individuo en su yo solitario. Léjos de eso, recomiendan la comunidad de fuerzas, solicitan la difusion de las riquezas y procuran el bienestar de todos los hombres, convirtiendo el mundo en una plaza y mercado universal á donde puedan concurrir ualesquiera gentes y naciones. No es la Economia politica indiferente al principio y á las formas de gobierno, aunque alguno haya escrito que los economistas, preocupados con las mejoras materiales, las solicitan lo mismo del rey absoluto que del pueblo soberano, de la aristocracia que de la democracia. La Economia politica respeta el poder constituido, porque ama el órden; pero tambien aconseja el establecimiento de sábias instituciones que, moderando el ejercicio de la autoridad, consoliden la paz grata á los pueblos, y afiancen los derechos de libertad y propiedad de los ciudadanos. Tampoco es la Economia politica materialista, ni aun sensualista como pretenden otros de sus adversarios. Una ciencia que proclama al hombre inteligente, libre y responsable, capaz de derechos y sujeto á deberes; una ciencia fundada en la virtud del trabajo que la misma religion santifica, é igualmente enemiga de la prodigalidad y la avaricia; una ciencia, en fin, que respeta y enseña á respetar la propiedad y la familia, y examina los diversos sistemas de caridad y beneficencia, del impuesto equitativo, de educacion y mejora de las clases menesterosas, y combate la ignorancia y la miseria que las humilla y embrutece, tiene sin duda muchos y grandes titulos á honrarse con el nombre de espiritualista. El socialismo y el comunismo que son á la Economia politica lo que las herejias á la Iglesia, pecan contra la Por ignorar esta verdad, España decayó en el siglo XVII de, su antigua, prosperidad y grandeza. Las flotas y galeones que cargados de oro y plata venían de las Indias, dieron ocasión a que los españoles perdieran su industria y aplicación al trabajo. Esta codicia inconsiderada destruyó la agricultura, arruinó las fábricas y trocó en esterilidad la natural abundancia de nuestro suelo. Apenas desembarcan aquellos tesoros en Sevilla, cuando desaparecían el oro y la plata del reino; mientras que Francia, Inglaterra, Holanda, Italia, y en general todas las naciones aficionadas a la industria, sin poseer cerros como el Potosí, sangraban a España con sus telares, imán de los metales preciosos. Desesperábanse los españoles viendo su riqueza trocada en miseria, murmuraban del gobierno que no reprimía el contrabando, dábanse leyes sobre leyes, agravábanse las penas y se imaginaban nuevos arbitrios para estancar los metales preciosos, y España cada vez se ponía más cerca de su ruina. Ciertamente, el oro y la plata son riqueza; pero tan lejos de constituir la parte principal de la fortuna de, los pueblos, entran por muy poco en el circulo de sus valores. ¿Qué significan todo el oro y toda la plata de Inglaterra en comparación de la inmensa riqueza representada por sus campos, ganados, fábricas, caminos, canales, puertos, edificios, monumentos, naves, máquinas, minas, primeras materias, productos del arte y otras mil y mil cosas que posee la nación? Como tengan los pueblos mercaderías que

Modos de Afrontar El Estudio de la Economia

MODOS DE AFRONTAR EL ESTUDIO DE LA ECONOMÍA La Economía permite diversos enfoques y modos de afrontar el conocimiento. Para poder determinar con una mayor precisión el modo en que se aborda su estudio, en las siguientes líneas se presenta una doble clasificación. En un primer nivel, se procede a establecer la distinción entre el análisis positivo y el análisis normativo y, en un segundo nivel, se distingue entre el análisis microeconómico y el análisis macroeconómico. Análisis positivo vs. análisis normativo Dentro de las ciencias sociales, el investigador puede considerar un problema de dos maneras distintas. De un lado, por medio de las afirmaciones positivas se hace referencia a algún aspecto de la realidad, lo que las convierte siempre en ciertas o falsas. En este caso se trata de analizar los hechos tal como son. Los enunciados positivos pueden ser contrastados por los hechos, por lo que pueden someterse a un proceso de validación. Un caso de enunciado positivo sería, por ejemplo, mantener que el consumo de una persona aumenta a medida que su renta disponible es cada vez mayor. Independientemente de que sea cierto o no tal aserto, se trata de una proposición positiva, porque se puede determinar su validez al contrastar su contenido con los hechos. La segunda forma de estudiar la economía parte de un sentimiento de disconformidad con lo que le rodea, lo que lleva a analizar la economía en el deseo de transformarla. En este sentido, la investigación se centra en lo que debería ser. Las afirmaciones normativas muestran una opinión acerca del estado del mundo, dependiendo su aceptación por otros individuos de la capacidad de persuasión de quien la realiza. En este caso no son los hechos los que aprueban o desmienten un enunciado, sino el entendimiento de quien recibe el mensaje. Un ejemplo de proposición normativa sería defender que la renta nacional no se distribuye de un modo justo entre los miembros de la sociedad, por lo que habría que proceder a redistribuir la renta siguiendo unos determinados criterios. Sobre este enunciado habría que decir que es cierto que la renta no se distribuye por igual entre todos los ciudadanos, ahora bien, esto no quiere decir necesariamente que no se realice un reparto justo. Seguramente, sobre la justicia en el reparto de la renta podrían escucharse muchas opiniones encontradas, tantas como concepciones de justicia.
¿Debe el economista desligarse completamente de las proposiciones normativas?, ¿es realmente esto posible y deseable? La lectura de un par de textos puede ayudar a tomar una posición personal. El texto de M. Friedman, «La metodología de la economía positiva», en Friedman, M. (1953), Essays in Positive Economics, The University of Chicago Press –hay traducción en Fuentes Quintana, E. (1958), La metodología de la economía positiva, Revista de Economía Política, 21, p. 33– toma partido por el positivismo y la neutralidad ética de la Economía. Por el contrario, en Sampedro, J.L. (1983), El reloj, el gato y Madagascar, Revista de Estudios Andaluces, 1, pp 119-126, se puede ver la postura opuesta.

 En su admirable libro sobre El objeto y el método de la economía política, John Neville Keynes distingue entre "una ciencia positiva..., un cuerpo de conocimiento sistematizado concerniente a lo que es; y una ciencia normativa u ordenadora..., un cuerpo de conocimiento sistematizado que discute los criterios sobre lo que debe ser; un arte..., un sistema de reglas para la consecución de un fin dado", y puntualiza que "la confusión entre ellas es corriente y ha sido la fuente de muchos errores perjudiciales", señalando con insistencia la importancia de "admitir una ciencia positiva independiente de la economía política" (1). Este trabajo se refiere principalmente a ciertos problemas metodológicos que surgen al intentar construir la "ciencia positiva independiente" pedida por Keynes—en especial al problema de cómo decidir si una hipótesis o una teoría deberían aceptarse como



I. Relación entre la economía positiva y normativa. La confusión entre la economía positiva y normativa es hasta cierto punto inevitable. £1 tema en sí de la economía se considera por casi todo el mundo de vital importancia y dentro del ámbito de su propia experiencia y competencia; es fuente de continuada y amplia controversia y motivo frecuente de legislación. Los que se proclaman "expertos" a sí mismos, difícilmente puede considerárseles a iodos como desinteresados; en cualquier caso, en los temas que tanto importan, la opinión del "experto" apenas sería aceptada sólo por la fe, incluso si los "expertos" fueran desapasionados y desinteresados a todas luces (2). Las conclusiones de la economía positiva parecen, y son, redevantes para grandes problemas normativos, para cuestiones sobre lo que debe hacerse y cómo debe conseguirse cualquier meta fijada. Tanto legos como ex tos, son igualmente tentados a modelar conclusiones positivas adecuadas a preconcepciones normativas vigorosamente profesadas y desechar las conclusiones positivas, si sus deducciones normativas —o lo que se dice son las deducciones normativas—no son de su gusto. La economía positiva es en principio independiente de cualquier posición ética particular o de juicios normativos. Como Keynes afirma: trata con "lo que es", no con "lo que debe ser". Su objeto es proporcionar un sistema de generalizaciones que pueda usarse para hacer predicciones correctas sobre laa consecuencias de cualquier cambio en las circunstancias. Su función debe ser juzgada .por la precisión, fin y conformidad con la experiencia de las predicciones realizadas. En una palabra: la economía positiva es o puede ser una ciencia "objetiva", precisamente en el mismo sentido que cualquiera de las ciencias físicas. Desde luego, del hecho de que la economía trate de las relaciones mutuas entre los seres humanos y de que el investigador sea a su vez parte del asunto a investigar en un sentido mucho más íntimo que en las ciencias físicas, surgen dificultades especiales al pretender lograr objetividad, al mismo tiempo que proporciona al investigador de lo social una serie de datos que no son accesibles al físico. Pero ni lo uno ni Jo otro es, en mi opinión, una distinción fundamental entre los dos grupos de ciencias (3). La economía normativa y el arte de la economía, por otro lado, no pueden ser independientes de la economía positiva. Cualquier decisión política se apoya necesariamente en una predicción sobre las consecuencias de hacer una cosa más bien que otra, una predicción que debe estar basada —implícita o explícitamente— en la economía positiva. No hay, sin duda, una relación directa entre las decisiones políticas y las conclusiones de la economía positiva; si la hubiera no habría una ciencia normativa independiente. Dos personas pueden estar de acuerdo sobre las consecuencias de una disposición legislativa. Una puede considerarlas deseables y favorecer por ello su promulgación; la otra como indeseables y oponerse a ella. Aventuro la opinión, sin embargo, de que corrientemente en el mundo occidental, y sobre todo en los Estados Unidos, las diferencias sobre la política económica entre los ciudadanos derivan, en su mayor parte, de las diversas predicciones acerca de las consecuencias económicas de una acción determinada —diferenoias que en principio pueden ser eliminadas con el progreso de la economía positiva— más que de diferencias fundamentales sobre valores básicos, diferencias que en último término llevan a la Iuaha. Un ejemplo claro y esencial lo ofrece la legislación del salario mínimo. Bajo el cúmulo de argumentos ofrecidos en pro y en contra de tal legislación hay un acuerdo tácito en el objetivo de proporcionar un "salario vital" para todos, utilizando la ambigua frase tan corriente en tales discusiones. La diferencia de opinión está fundamentalmente basada en una implícita o explícita diferencia en las predicciones sobre la eficacia de este medio peculiar para lograr el fin acordado. Los que la defienden creen (predicen) que Jos salarios mínimos legales disminuyen la pobreza al elevar los jornales de los que reciben menos del salario mínimo, tanto como los de algunos que reciben más del salario mínimo, sin que al mismo tiempo se contravenga esta circunstancia por una elevación del paro o de empleos menos ventajosos. Los que la combaten creen (predicen) que el salario mínimo ilegal aumenta la pobreza al incrementar el paro o que los ocupados lo son menos ventajosamente, y que el salario mínimo además no reporta ningún efecto favorable a los que permanecen empleados. El acuerdo sobre las consecuencias económicas de la- legislación quizás no produjese un completo acuerdo sobre la deseabilidad de la medida, porque existen aún otras diferencias acerca de sus consecuencias políticas o sociales, pero, dado el acuerdo sobre los objetivos, 6e andaría un largo trecho hacia la consecución del asentimiento en un sentido concreto. Intimamente unidas a divergencias en el análisis positivo están las dispares opiniones sobre el papel y lugar apropiado de los sindicatos y la deseabilidad de controles directos sobre los precios y salarios y de los aranceles. Las diferentes predicciones sobre la importancia de las llamadas "economías de la producción en gran escala" explican las divergentes opiniones sobre el deseo o necesidad de una detallada regulación gubernamental de la industria y aun del socialismo, más bien que de la expansión de la empresa privada. Y esta lista podría alargarse indefinidamente (4). Por supuesto, que mi opinión de que las principales diferencias sobre la política económica en el mundo occidental son de este género, es también una afirmación "positiva" que ha de ser aceptada o rechazada sobre la base de la experiencia empírica. Si este juicio es válido significa que un acuerdo «obre una política económica "correcta" depende mucho menos del progreso de la economía normativa que del progreso de una economía positiva que obtenga conclusiones que sean ampliamente aoeptadas. Significa también que la principal razón para distinguir rigurosamente la economía normativa de la economía positiva es justamente la contribución que puede hacerse de este modo para lograr un acuerdo sobre política. II. Economía positiva. El último objetivo de una ciencia positiva es el desarrollo de una "teoría" o "hipótesis" que produzca predicciones válidas y significativas (no truísticas) sobre fenómenos todavía no observados. Tal teoría es, en general, una compleja mezcla de dos elementos. En parte es un "lenguaje" encaminado a promover "métodos sistemáticos y organizados de razonamiento" (5). En parte es un cuerpo de hipótesis sustantivas encargadas de abstraer rasgos esenciales de la compleja realidad. Considerada como un lenguaje, la teoría carece de contenido sustantivo; es una colección de tautologías. Su -cometido es servir










El Progreso Económico de los Paises

CAPITULO 1. Del progreso económico. Si la fé en el progreso de la humanidad fuese objeto de controversia, invocaríamos el testimonio de la historia, la cual nos enseña que el mundo camina hacia un estado do perfeccion ideal, acercandose de siglo en siglo a ese ultimo y supremo grado de comun felicidad. Enhorabuena no lleguemos jamás al término de la jormada; pero si no alcanzamos la posesion del bien absoluto, centro do nuestras esperanzas y deseos, conseguimos mejorar la condicion del género humano. El hombre, en cuanto es moral, inteligente y sociable, aspira sin cesar al progreso indefinido; y cultivando con afan las letras, las ciencias y las artes, cada dia adelanta un paso en la senda de lo bello, lo verdadero, lo bueno y lo justo. Como sér fisico, está sujeto a los rigores del hambre, la insalubridad de los climas, las inclemencias del cielo y á todas las incomodidades y peligros que le asaltan y rodean, cuando pobre y sin arte, se ve obligado á combatir con la materia poderosa y rebelde. A fuerza de ingenio é industria aseguró el pan, y vida, logrando por fin poseer una inmensa variedad de cosas útiles y agradables cuya abundancia le procura nuevos medios de existencia. Comparando la antigua civilizacion con la moderna, echaremos de ver cuánto aventaja la generación presente á las pasadas, sobre todo en el imperio que el hombre ejerce sobre la 

lunes, 1 de octubre de 2018

Economía OIko nomos

El término Economía procede etimológicamente del griego Oikonomos. Para Aristóteles la «Economía» es el estudio del abastecimiento material del oikos o de la polis, es decir, de la casa familiar o de la ciudad. Este mismo autor define la «Crematística» como el estudio de la formación de los precios en los mercados o el arte de hacer dinero; según el filósofo, el abastecimiento del oikos no tenía que ser regulado por los precios. El sentido que Aristóteles quería preservar para la palabra Economía es precisamente el significado que ahora tiene el término «Ecología Humana». ¿Podría definir brevemente el objeto de estudio de esta disciplina? Como se ha comentado, la heterogeneidad de objetos de estudio se traduce en la diversidad de definiciones de la Ciencia Económica. Así, la Economía se ha definido como «un estudio de la humanidad en las ocupaciones ordinarias de la vida que examina aquella parte de la acción individual y social que pueda tener más estrecha conexión con la obtención y el uso de los artículos materiales para el bienestar» (A. Marshall), «la ciencia de las leyes sociales que rigen la producción y distribución de los medios materiales que sirven para satisfacer las necesidades humanas» (O. Lange), «el estudio de la manera en que las sociedades utilizan los recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes individuos» (P. Samuelson) o «la ciencia que se ocupa de la asignación de los recursos de una sociedad entre sus usos alternativos y la distribución de su producción entre los individuos y los grupos, el modo como la producción y la distribución cambian a lo largo del tiempo y la eficacia e ineficacia de los sistemas económicos» (R. Lipsey), entre otras. Tal diversidad de definiciones hizo que J. Viner definiera la Economía, no sin cierta crítica y sarcasmo, como «lo que hacen los economistas». Entre todas las definiciones, la más repetida en los manuales de economía es la expuesta por L. Robbins en su Ensayo sobre la Naturaleza y significado de la Ciencia Económica (1932), para quien la Economía es, en esencia, una disciplina que tiene por objeto el estudio de todo acto de elección entre distintas alternativas orientadas a satisfacer una necesidad humana. La Ciencia Económica trataría así de la elección que debe afrontar el individuo en las múltiples facetas y oportunidades que le presenta la vida a diario.
La Economía se puede entender como la ciencia que se ocupa de analizar el modo en que las sociedades utilizan unos recursos escasos, con objeto de producir bienes y servicios y distribuirlos para su consumo entre los miembros de una sociedad. En esencia la Economía estudiaría cómo satisfacer las necesidades y deseos humanos con los recursos existentes. El principal problema es que los deseos humanos son ilimitados, aumentan con el paso del tiempo, mientras que los recursos para producir bienes que satisfagan tales deseos son limitados. En definitiva, esta combinación de deseos humanos y recursos para la producción de bienes es origen de un estado de escasez relativa, ya que los deseos de los individuos son siempre superiores a los bienes y servicios que pueden producirse con los recursos existentes. Aunque este manual describirá prioritariamente la corriente neoclásica del pensamiento económico –hoy dominante en todas las universidades–, ello no quiere decir que no existan críticas profundas a este enfoque. Un inconveniente de la definición de Economía realizada desde el paradigma dominante es que no se pone de manifiesto que la Economía es una ciencia social que estudia la actividad de los seres humanos que viven en colectividad; de este modo, en este enfoque el sistema económico deja de ser considerado en términos de relaciones sociales para contemplarse en términos de relaciones entre individuos y cosas. Además, es conveniente resaltar la diferencia entre necesidades y deseos, algo que no hace la escuela neoclásica; las necesidades pueden ser objetivamente clasificadas y jerarquizadas, mientras que los deseos se configuran a partir de las necesidades y se concretan en diferentes preferencias en el marco de 
El área de la Economía Experimental, cuyo precursor –Vernon Smith– fue premio Nóbel de Economía en 2002, se puede considerar como una excepción a lo comentado. En este campo, que puede considerarse muy próximo al ámbito de la Psicología y la Microeconomía, se realizan experimentos para observar cómo interactúan los sujetos dentro de entornos estratégicos controlados. En un experimento económico típico un grupo de individuos, usualmente estudiantes universitarios, acuden a un «laboratorio» donde se les entregan unas instrucciones que indican qué decisiones pueden tomar y cómo sus pagos dependen de sus decisiones y de las decisiones de los otros participantes. Gracias a esta área de la Economía se ha comprobado repetidamente que los agentes económicos presentan limitaciones cognitivas (racionalidad limitada) o que existen preferencias sociales relacionadas con la equidad, la aversión a la desigualdad o la reciprocidad, que no se incluyen en los modelos económicos convencionales. Sin embargo, también existen críticas y limitaciones de esta metodología experimental aplicada al campo de las Ciencias Sociales en general y de la Economía en particular. ¿Podría citar algunas de ellas? En segundo lugar, habría que decir que aunque los individuos se comporten de modo parecido en condiciones similares, es imposible predecir exactamente la conducta humana. Por ejemplo, ya se ha comentado que un aumento de la renta debe significar un aumento en el consumo; no obstante, no todos los individuos que disfruten de un mismo nivel de renta tendrán la misma respuesta en términos de consumo ante un aumento de igual cuantía en la renta. Así, una persona con aversión al riesgo no trasladará en demasía ese aumento de la renta al consumo. En cambio, personas menos preocupadas por el futuro podrían tomar la decisión de destinar todo el aumento que se produzca en la renta al consumo de bienes y servicios. Adicionalmente, incluso podría considerarse que la respuesta de una misma persona ante un aumento de la renta de iguales proporciones no es la misma en distintos momentos del tiempo. Estas dos limitaciones que acaban de hacerse explícitas para el análisis económico