miércoles, 30 de noviembre de 2011

La Unidad de Estudios Económicos Sectoriales

La Unidad de Estudios Económicos Sectoriales no sólo investigó a Juan Abelló, sino también a otras grandes fortunas, como Jesús Polanco, y distintos sectores de la economía, entre ellos el pesquero, el funerario y las cajas rurales. Apuntaron la existencia de enormes fraudes al fisco, pero paralelamente se registraron actividades irregulares de algunos inspectores. Un cúmulo de sucesos terminó con la desaparición de la unidad, un proceso judicial sin condenados en Hacienda, chantajes a empresarios y una bolsa de fraude fiscal de proporciones titánicas al que la Agencia Tributaria no metió mano.

Una vez consultadas fuentes de ambos lados de la trinchera y otras que conocieron las interioridades de todo lo que ocurrió alrededor de esa área de Hacienda, con distinto grado de implicación, se puede trazar una radiografía de la historia. La Unidad de Estudios Económicos Sectoriales fue creada en los ochenta para apoyar a la Inspección de la Agencia Tributaria. Su cometido era elaborar informes que ayudaran a perseguir el fraude fiscal. Los inspectores que allí trabajaban no levantaban actas ni sancionaban, sino que debían marcar el camino a los funcionarios de Inspección Financiera y Tributaria.

A mediados de los 90, las actividades de esta unidad de élite eran prácticamente irrelevantes, hasta que se dieron cita una serie de inspectores veteranos y, varios de ellos, “incómodos”, destinados allí como en un cementerio de elefantes. El jefe era Jesús Vidart, un hombre con prestigio en la casa. A su cargo estaban Mariano Navarro-Rubio -hijo del ministro de Hacienda y gobernador del Banco de España durante el franquismo del mismo nombre-, José María Sánchez Cortés -el autor del informe sobre Abelló-, Alfredo Pérez Lodares, Francisco Villar y Juan José Sánchez Diezma, entre otros. A estos se les abrió un expediente por el acceso “indebido” a algunos datos de Hacienda, por ejemplo referentes a contribuyentes con los que podían mantener relación o asesoramiento.

Fraudes del 50% de la facturación

El caso es que algunos de estos inspectores destaparon posibles fraudes en contribuyentes y sectores de enorme relevancia. Concluyeron que la pesca de bajura declaraba a Hacienda menos de la mitad de las capturas reales. Algo parecido ocurría en el sector del mueble, que cobraba en negro parte de su facturación utilizando giros postales, o en el funerario, donde existía un fraude de 35.000 millones de pesetas (unos 210 millones de euros). Una empresaria del ramo tenía un patrimonio de 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros) y nunca en su vida había presentado la declaración de la Renta.

Algún superior de la Agencia Tributaria llamó la atención a los inspectores de la unidad, a los que dijo que no se podían cargar sectores de la economía tan relevantes, que la Inspección no podía crearse tantos enemigos. Los vieron como unos “kamikazes”. La situación se agravó cuando comenzaron a ponerse sobre la mesa nombres tan influyentes como Abelló, Polanco, algún banquero o prestigiosos despachos de abogados. El Gobierno de Aznar recibió llamadas y la Agencia prohibió a los inspectores la investigación de ciertos patrimonios. De hecho, un mínimo de tres informes desaparecieron para siempre de los escritorios de los inspectores, en una época en la que se elaboraban a máquina. No hay copias informáticas.

Paralelamente, se registró una fuga de estudios que terminaron en manos de gente que, supuestamente, pagó por ellos para utilizarlos contra los investigados. Dos empresarios denunciaron haber sido chantajeados: Juan Abelló, como ya ha contado El Confidencial y Jesús Polanco. El dueño del Grupo Prisa demandó a José María Ruiz-Mateos Rivero, uno de los hijos del fundador del grupo de la abeja, que fue condenado a seis meses de prisión por exigir a Polanco una serie de pagos para el Rayo Vallecano con el informe como amenaza. Este diario ha confirmado que Polanco encargó personalmente un reportaje publicado en El País el 25 de julio de 1999 bajo el título “Una banda en la inspección de la Hacienda”.

Investigaron la Unidad de Estudios

Según las fuentes consultadas, pudo haber algún empresario que pagó a cambio de que no se conocieran las tripas de sus finanzas, que apuntaban fraudes fiscales gigantescos. Obviamente, era muy complicado chantajear a quien abonaba religiosamente sus tributos, al tiempo que todas las cifras que contenían los informes procedían de las bases de datos Hacienda: no eran inventados.

La Agencia Tributaria hizo una investigación interna en la que concluyó que los inspectores de la Unidad de Estudios Económicos Sectoriales no estaban implicados en la venta de los informes. No obstante, el ex abogado de un importante empresario asegura a este diario que fue testigo de cómo “algún inspector vendió estudios” sobre las grandes fortunas de este país.

En el año 2000 el juzgado de instrucción número 38 de Madrid abrió un procedimiento contra el inspector Mariano Navarro-Rubio y otras personas por una supuesta red de asesoramiento a empresarios sobre sus problemas fiscales, merced a la posición que ocupaban en la Agencia Tributaria. En 2002, tras varios registros domiciliarios y otras diligencias, el juez archivó la causa al no existir “perpetración de delito”.

¿Héroes o piratas?

Antes, en abril de 1999, Hacienda había disuelto la Unidad de Estudios Económicos Sectoriales. Unos dicen que fue porque importunaron al poder con mayúsculas; otros, porque los inspectores eran unos “piratas”. No obstante, una fuente del más alto nivel de la Agencia Tributaria en ese tiempo, que ha pedido a El Confidencial no ser citado con nombres y apellidos, asegura que la unidad “no fue disuelta, sino integrada en la nueva Oficina Nacional de Investigación del Fraude”, la ONIF. Sostiene que los motivos fueron que “la unidad no estaba dotada de los medios necesarios y generaba malestar en el departamento de Inspección, donde no les gustaba trabajar sobre los informes que habían elaborado otros inspectores, sino que preferían manejar ellos todo el proceso”.

Fueron unos años en los que el porcentaje de la economía sumergida era brutal y no se perseguía con los medios oportunos. Conviene recordar que el Gobierno de Felipe González aprobó dos amnistías fiscales en 1984 y 1991 para hacer aflorar las enormes bolsas de dinero negro sin sanción alguna. Tampoco había mecanismos ni un marco legal adecuado para luchar contra las fortunas depositadas en paraísos fiscales, que apenas tributaban en España, donde registraban sus actividades. Se ha avanzado en este campo con distintos convenios internacionales, pero la impunidad sigue campando a sus anchas.

Mejora de La Justicia: El PP Propone

Los populares apuestan por la recuperación del prestigio del Tribunal Constitucional y de los órganos judiciales, por un cambio de modelo en la Oficina Judicial y por una nueva reforma de la Ley Concursal.

Tribunal Constitucional
La Justicia ha formado parte de las líneas maestras de las propuestas del PP para la próxima legislatura desde el principio. En julio, meses antes de que se conociera el programa, miembros fuertes del Partido Popular como Federico Trillo y Soraya Sáenz de Santamaría, tradicionalmente vinculados a la Justicia, ya proponían la fórmula de nombramientos de magistrados vitalicios en el Tribunal Constitucional (TC) y apostaban por la Justicia como clave del eje de la regeneración política e institucional del país.
Esta regeneración se logrará, según han destacado los populares, promoviendo, “con sincera actitud de diálogo, todas las acciones y acuerdos políticos que favorezcan el entendimiento”.
En cuanto al Constitucional, el PP se preocupa por su “prestigio”, y modificará el procedimiento de elección de los magistrados de modo que se eviten dilaciones indebidas. Asimismo, restablecerá el recurso previo de inconstitucionalidad en la tramitación de las reformas de los Estatutos de autonomía. También atribuirá a la jurisdicción ordinaria el amparo para garantizar los derechos fundamentales, reservando al TC el ejercicio de su competencia en los supuestos de interés constitucional de acuerdo con lo que disponga la ley. Además, fortalecerán la función casacional del Tribunal Supremo.
Por su parte, Trillo ha sido ponente de la reforma de la Ley Concursal en el Congreso y, aunque la formación se abstuvo en la votación, ha sido muy crítico con la nueva norma. Como ya adelantó EXPANSIÓN el pasado julio, el Grupo Popular introdujo una disposición adicional por la que el próximo Ejecutivo se compromete a desarrollar una norma que cubra el sobreendeudamiento de los particulares.
Solamente la Hacienda Pública está presente en 10.000 concursos y la deuda para el Estado es de 4.000 millones de euros, dinero con el que, según apuntó Trillo, “se podrían resolver muchas cosas”.
En cuanto a la novedad de que las personas jurídicas puedan ser nombradas como administración concursal, Trillo apuntó que no es “justo, ni adecuado que sean las personas jurídicas auditoras las que se vayan a beneficiar casi en exclusiva de esta reforma de la administración concursal”. En concreto, Trillo señaló a las Big Four, como las primeras beneficiadas.
Ahora que la Ley de Acceso a la Abogacía acaba de entrar en vigor, cabe recordar que el PP ha sido unos de los grupos que ha preguntado en el Parlamento sobre el Reglamento de la norma. De hecho, entre las propuestas de Nuevas Generaciones está modificar la norma para que los licenciados que continúen con estudios anteriores al proceso de Bolonia puedan colegiarse sin necesidad de cursar máster.
Los populares quieren lograr una Justicia ágil y previsible, para lo que promoverán un cambio de modelo de la oficina judicial, que la haga eficaz, accesible y transparente para el justiciable, y que asegure la unidad de gestión en todos los órganos jurisdiccionales. En esta línea, impulsarán una agencia que articule un sistema informático único y permita el conocimiento inmediato en red de los datos judiciales y de los que constan en los registros públicos relacionados con la administración de justicia.
En lo que respecta al Código Penal, el PP quiere reformar el sistema de penas e introducir la posibilidad de aplicación de medidas de seguridad postpenales, el cómputo de beneficios penitenciarios sobre cada una de las penas impuestas, y una nueva regulación de la reincidencia. La derrota del terrorismo no admitirá negociación alguna.
Por último, en la línea de la regeneración, el PP trasladará a los infractores el cobro de la reparación de los desperfectos en los incumplimientos por incivismo.
Las quinielas del sector para la próxima legislatura
La nueva etapa que se abre tras las elecciones generales del domingo ha reabierto los debates sobre quiénes pueden ocupar los cargos más relevantes en Justicia en la próxima legislatura. Esta cartera ministerial no suele ser de las más destacadas dentro del Gobierno, pero quien la ocupa tiene el riesgo de acaparar ciertas dosis de protagonismo al situarse en una de las zonas sensibles del Estado. La evolución futura de los efectos que tendrá el cese definitivo de la violencia anunciado por ETA será uno de los puntos difíciles.
Además, la propia conciencia social crítica con la situación de la Justicia, surgida en los últimos años, ha llevado a los titulares del departamento a la primera línea informativa. Los nombres que más suenan para ocupar la cartera reúnen una característica común, la experiencia y el conocimiento del sector. Es el caso de Ignacio Astarloa, ex secretario ejecutivo de Libertades Públicas, Seguridad y Justicia del PP, fue subsecretario de Justicia y Secretario de Estado de Seguridad en la segunda legislatura de Aznar
También ha sonado en semanas recientes el nombre de Enrique López, magistrado de la Audiencia Nacional. Incluso, no sólo para ocupar la cartera ministerial, sino para la Fiscalía General del Estado. En este último cargo también sería posible situar a Carlos Lesmes, actual magistrado del Tribunal Supremo. Lesmes tuvo en Justicia dos cargos en la etapa de Aznar. Tampoco se descarta para ocupar el cargo de ministro. Entre los nombres que se han barajado últimamente para la titularidad del departamento ministerial también se encuentra Fernando de Rosa, actual vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial. De Rosa, que es magistrado, fue también consejero de Justicia de la Comunidad Valenciana en el Gobierno de Camps.
Otro político que encajaría en el Ministerio sería Federico Trillo, actual coordinador de Justicia del Partido Popular. Fue ministro de Defensa en la última legislatura de Aznar y anteriormente presidente del Congreso de los Diputados.Por otro lado, habría que añadir a Alberto Ruiz–Gallardón, como posible ministrable.

lunes, 28 de noviembre de 2011

La familia Rajoy Brey un caso Único???

UN CASO ÚNICO EN ESPAÑA
El clan Rajoy: la historia de Mariano y sus hermanos
Mariano Rajoy tiene en sus tres hermanos una especie de Consejo. El clan está formado por cuatro hermanos, tres registradores y un notario.

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Los momentos clave de Rajoy



Fotos: Los momentos clave de Rajoy
LIBERTAD DIGITAL 2011-11-27
El nuevo presidente del Gobierno pertenece a una familia de lo más insólita. Todos han sido opositores excepcionales y son un caso único en España. Tres de ellos son registradores y otro notario. Uno de ellos estuvo a punto de quitarle a Mariano el título de registrador más joven de España. No lo consiguió por poco.

Sus hermanos son una especie de Consejo para el Partido Popular y son una piña en torno al primogénito, el ahora líder del país. De hecho, el pasado domingo en Génova antes de salir al balcón para saludar a los militantes populares, Rajoy preguntaba: "¿dónde están mis hermanos?". Minutos después, el núcleo duro del clan de los Rajoy se reunía en el despacho del recién ganador de las elecciones. Allí estaban Mariano y su esposa Viri; sus tres hermanos, Mercedes, Luis y Enrique, más sus respectivas parejas. Y es que según se relata en el suplemento Crónica de El Mundo ellos fueron el mayor apoyo de Mariano en sus peores momentos tras su derrota en 2008 frente a Zapatero.

Un alto cargo del PP cuenta además que "Mariano da mucha importancia a las opiniones de sus hermanos, porque le conectan con el sentir de la calle". Ahora sus hermanos tendrán hilo directo con el presidente del Gobierno aunque nadie espera que pueda ocurrir con Rajoy lo que ocurrió con Guerra y su hermanísimo o con Manuel Chaves y su numerosa familia. El motivo es claramente los trabajos que abundan en la familia Rajoy.

Mariano fue en 1978 el primero en convertirse en el registrador más joven de España. Estaba en quinto de Derecho y comenzó a prepararse la oposición. Con 23 años aprobó el durísimo examen como primero de su promoción.

Pero el caso de su familia es único y sus hermanos siguieron esta estela brillante. Todos aprobaron sus exámenes a la primera y siendo muy jóvenes. Primero Mercedes como registradora, luego Luis como notario y más tarde Enrique también como registrador. Desde el Colegio de Registradores afirman que "hasta donde sabemos, los Rajoy forman una familia única".

De este modo, se puede decir que los tres hermanos tienen la vida asegurada, laboralmente hablando. Pese a la crisis del ladrillo se estima que en los registros como los suyos ganan unos 300.000 euros anuales, el cuádruple que el nuevo presidente del Gobierno. Y es que Mercedes, dos años más joven que Rajoy, regenta un Registro en Getafe. Mientras tanto, Luis tiene una notaría en El Escorial. Y el pequeño, Enrique, de 50 años, tiene un Registro en Cáceres.

Aunque son una piña, es Mercedes la que más le influye en política y personalmente. De hecho, viven puerta con puerta en Aravaca. Además, el marido de ésta es el eurodiputado popular, Francisco Millán Mon, de máxima confianza de Mariano y con quien hizo la mili.

Se cuenta que a Mercedes no le gustaron las críticas a su hermano durante el polémico Congreso de Valencia e indignada llegó a llamar a Esperanza Aguirre para abroncarla: "¿Cómo le has podido hacer esto a mi hermano?", le preguntó según Crónica.

España en Ruina: 23 % de Paro

La OCDE prevé que el crecimiento económico en España alcanzará el 0,7% del PIB en 2011 y se reducirá a sólo el 0,3% en 2012, año en el que el desempleo puede subir hasta el 23%.

En el tercer trimestre de este año la tasa de desempleo se situó en el 21,5%, con un número total de parados que casi llegó a cinco millones, según datos del INE.

Asimismo, el organismo ha considerado que el riesgo de suspensión de pagos por la crisis de deuda soberana amenaza con una gran depresión en los países de la eurozona.

En su informe 'Perspectivas Económicas de la OCDE', el conocido como 'club de los países ricos' considera considera que la economía española volverá a caer en el cuarto trimestre de 2011 aunque estima que el Gobierno logrará alcanzar su objetivo de reducir el déficit hasta el 3% en 2013.

La organización explica que esta recaída de la economía refleja la ralentización del comercio mundial y el impacto de la crisis de deuda de la eurozona en la confianza y en las condiciones de financiación a nivel nacional.

Asimismo, cree que la gradual recuperación posterior vendrá respaldada por las mejoras en la competitividad del país, aunque señala que la consolidación presupuestaria prevista debilitará el consumo.

El paro, por encima del 22% en 2013

La OCDE cree que el PIB de España registrará este año un incremento del 0,7%, dos décimas menos que en su anterior estimación, mientras que para 2012 ha revisado fuertemente a la baja su previsión de crecimiento, desde el 1,6% hasta el 0,3%.

Asimismo, augura que la economía española se acelerará de nuevo en 2013, cuando la expansión de su actividad económica alcanzará el 1,3%.

La institución con sede en París ha empeorado sus pronósticos de paro en la economía española y prevé ahora que la tasa de desempleo cierre 2011 en el 21,5%, para repuntar hasta el 22,9% en 2012 y descender ligeramente al 22,7% en 2013.

En su estimación del mes mayo, estimaba que el paro iba a alcanzar el 20,3% este año y el 19,3% el próximo.

Se cumplirá con el déficit

Por otro lado, la OCDE espera que España logre reducir su déficit público al 6,2% del PIB en 2011, una décima por debajo de lo que preveía en mayo, pero aún dos décimas por encima del objetivo marcado por el Gobierno para el presente ejercicio.

Sin embargo, las estimaciones de la organización contemplan que España logrará reducir el desequilibrio de sus cuentas públicas el próximo año hasta el 4,4% y en 2013 hasta el 3%, el objetivo marcado por el Gobierno.

La OCDE advierte de que las elevadas primas de riesgo de la deuda pública española se están trasladando a las condiciones de financiación del sector privado en cierta medida, al mismo tiempo que los precios de la vivienda siguen bajando, debilitando los balances de las entidades más expuestas al sector, especialmente las cajas de ahorros.

En este sentido, advierte de que un mayor incremento de los diferenciales de España elevaría los costes de financiación del sector privado y prolongaría la crisis inmobiliaria.

"En vista del relativamente elevado endeudamiento del sector privado no financiero y de la exposición del sector bancario al riesgo inmobiliario, el impacto en la actividad económica puede ser sustancial", alerta.

Propone abaratar el despido

La OCDE ha hecho ha sido identificar una serie de medidas específicas para España con las que tendría que responder en caso de que se materializara la amenaza de una nueva recesión.

En primer lugar más ajuste fiscal, lo que podría obligar a decidir un aumento del IVA y de las tasas sobre el carburante y por el impuesto de sucesiones.

Dentro del dispositivo también apuesta por la implantación de una regla de gasto para las comunidades autónomas y por una reforma laboral que permita a las empresas sustraerse de la negociación colectiva para fijar los salarios pero también un abaratamiento del despido al menos para los nuevos contratos fijos, en un proceso que la OCDE aconseja hacia un contrato único.

jueves, 17 de noviembre de 2011

La deuda que nos Ahoga!!!

Los intereses consumirán ya tanto dinero como el paro
Pedro Calvo7:10 - 18/11/2011
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En ocasiones, puede dar la sensación de que conceptos como la prima de riesgo o la deuda pública pertenecen a la alta política. O a las altas y sofisticadas finanzas internacionales. Algo ajeno, lejano, en definitiva. Pero en realidad no es así. Afectan a la vida de cada persona, a cada ciudadano que paga sus impuestos.

La prueba del algodón de los datos así lo constata. Sólo en intereses de la deuda soberana -excluyendo los procedentes de la carga financiera de otras administraciones u organismos públicos-, la factura crecerá durante 2012 hasta acercarse a los 30.000 millones de euros, es decir, una cantidad equivalente el 3% del Producto Interior Bruto (PIB).

¿Poca cosa? Las comparaciones, siempre odiosas, demuestran que no. Por ejemplo, esa cifra multiplica por 10 veces la partida dedicada en los presupuestos de este año a la Política Exterior; por 3,5 veces la destinada a Infraestructuras; y prácticamente alcanza los 30.000 millones de euros que -por desgracia- saldrán de las arcas públicas para hacer frente a las prestaciones por desempleo.

Además, superará en casi 10.000 millones la cifra vigente a finales de 2010 y en unos 5.000 millones la que se registrará cuando termine 2011.

Más dinero y más caro
La creciente carga financiera resulta de la combinación de dos variables. La primera, el incremento de la deuda en circulación. En 2007, antes de que los problemas estallaran de forma definitiva, la deuda viva terminó el año en los 308.000 millones de euros. En 2011, los cálculos de la Dirección General del Tesoro y Política Financiera contemplan que alcance los 588.000 millones, un 90 % más, mientras que en 2012 superará con amplitud los 600.000 millones.

En cuanto a la segunda, consiste en el aumento de los intereses que debe pagar España para financiarse. A finales de 2009, el interés medio de la deuda en circulación estaba en el 3,53 %; un año después había repuntado al 3,69 %; y en septiembre de este año, mes del que se disponen los últimos datos oficiales, esa cifra alcanza ya el 3,96 %.

Curiosamente, estos intereses son inferiores, por ejemplo, al 4,53 % de 2007 o el 4,32 % de 2008, pero los rendimientos medios actuales, mezclados con la mayor deuda en circulación, provocan que los costes totales finales superen los registrados durante esos años, en los que las facturas se movieron entre los 14.000 y los 15.500 millones de euros.

Otro matiz ayuda a comprender mejor la magnitud de los intereses que está pagando España: los intereses medios de 2007 y 2008 superaban el 4 % porque durante esos años los tipos oficiales se movieron entre el 3 y el 4,25%; ahora, en cambio, los intereses se ha movido en 2011 entre el 1 y el 1,5 %, un nivel que España más que triplica.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Responsabilidades a Zapatero

¿Hay que pedir responsabilidades penales a Zapatero?
13 NOV 2011 | Carlos Dávila
Su destrozo económico, la ruina en la que ha sumido al país, la voladura del Estado y su rendición ante ETA refuerzan la posibilidad de aplicarle el Artículo 102 de la Constitución
He leído que un premio Nobel de Economía pide directamente la cárcel para los ejecutivos que arruinen a sus empresas. He leído esta exigencia el mismo día en que la Unión Europea nos pegaba un palo de muerte y rebatía, una por una, las previsiones del Gobierno, cuya vicepresidenta –recuérdese– insistía la pasada semana en que España cumpliría su objetivo de déficit público, el 6%, tal y como habían sesudamente pronosticado los enormes especialistas del agónico Gobierno de Zapatero. Hilando las dos informaciones: la ocurrencia del citado Nobel y el desmentido de la UE a todos y cada uno de los estúpidamente optimistas pronósticos de este Ejecutivo que hemos venido padeciendo en España, el presente se preguntaba a lo peor con torcidas intenciones: vamos a ver, si para un gerente privado que en todo maneja fondos de la misma condición y que ha destrozado a su compañía, nada menos que un premio Nobel de Economía urge responsabilidades penales y, en su caso, el ingreso en prisión, ¿qué decir de un gobernante, en grado político de responsabilidad se entiende, que ha convertido a su país en un erial y que lo ha dejado en la práctica suspensión de pagos?
Esto es lo que hay
Por si alguien cree que afirmar que nuestra situación económica es trágica o caótica, quiero recoger aquí las opiniones que unos distinguidos técnicos de esta ciencia tan de plastilina como la economía sostienen ahora mismo sobre la susodicha situación. El pasado jueves, de campaña electoral en las islas Canarias, Mariano Rajoy alteró gran parte de su programa para ocuparse full time del momento que nuestro país está atravesando. Con certeza, el candidato popular conocía al dedillo las previsiones de la Unión Europea, y también –y esto resulta importante– las conversaciones extraoficiales que están manteniendo algunos responsables de su equipo económico con altos cargos del Gobierno de la Nación. El viernes publicábamos que estos administradores ya reconocen palmariamente que de la reducción del déficit nada y que, como escenario mejor, España tendrá este año un 7,5%; es decir, una auténtica catástrofe. Queda apenas una semana para que estos informadores gubernamentales de pacotilla, algunos ya colocados en los organismos reguladores con sueldos opíparos, se vayan con la música a otra parte, por utilizar una figura retórica no muy agresiva. La encuesta que insertamos hoy retrata lo que puede ser la fotografía del domingo que viene. Ya se sabe que en España una vetusta norma electoral impide que en estos días que quedan hasta el 20 se conozcan sondeos demoscópicos. Esta absurda regla lleva 34 años en vigor. Nosotros, en La Gaceta, hemos analizado la posibilidad de transgredir la norma, pero nos hemos quedado aterrorizados ante los efectos de la aventura: nada menos que la cárcel para este atrevido director. Por eso, la de hoy es nuestra aportación última a la prospectiva electoral. Es una muestra técnicamente impecable que puede acertar o fallar sólo en función de las inclinaciones de los electores. Ni nos hemos inventado la encuesta –un ejercicio que se está realizando impunemente en algún periódico nacional– ni hemos utilizado a empresas-fantasma para recoger nuestras apetencias. Como diría un castizo: señores, esto es lo que hay.
Zapatero no responde
Y, ¿qué hay? Pues de entrada, que no es poco, la posibilidad de quitarnos de encima esta pesadilla que atiende por Rodríguez Zapatero. La campaña, que ya está dando sus postreras bocanadas, nos ha traído una curiosa incidencia: la desaparición del presidente, del culpable de esta hecatombe. Es insólito y cobarde. Este político que ha emprendido la huida tiene ante los españoles la imprescindible obligación de decir qué es lo que ha hecho con nosotros, de responder de todas sus fechorías, de cargar con este gran desperfecto. No puede bastarnos con ese lagrimeo pueril de: “Yo soy el responsable”. Pues bien: como lo es, ¿sería mucho pedir que España entera le retire el apoyo al partido que ha consentido la presencia de un personaje tan incapaz, tan orate, tan sectario? Por ahí fuera –lo estamos constatando– ya proliferan los ejemplos: un primer ministro islandés está a punto de ingresar en la cárcel; Papandreu, el mentiroso que ha engañado a su país y a la Unión Europea, terminará pagando sus desmanes; y a Berlusconi, un sujeto que ha confundido a Italia entera con el Milan, se le abrirá más pronto que tarde alguna causa penal, y no sólo por sus devaneos erótico-festivos. Aquí, pues nada de nada. Aproximadamente el 22 de diciembre, fecha para la toma de posesión del nuevo Gobierno, el personaje tomará las de León y únicamente aparecerá por Madrid para cobrar como ¡consejero de Estado! ¿Consejero de Estado un individuo que lo ha roto y que lo ha puesto en la miseria? Esto es como si Artur Mas decide ser presidente de la Plaza Monumental de Barcelona, el coso taurino que se ha cargado con su voraz independentismo.
Responsabilidad del presidente
A siete días de las elecciones –esperemos– del cambio, sorprende –la política nos hace cada día eternamente jóvenes– que tras la nueva argucia de ETA para demostrar que “estamos aquí, ojo, y que a nosotros no se nos torea”, este gobernante en extinción no ha dicho una palabra. Es todavía presidente y sabe mejor que nadie, quizá, eso sí, un poquito menos que Rubalcaba, qué es lo que se está gestando con ETA. Ayer lo denunciábamos muy claramente: lo que Zapatero ha hecho, en un ejercicio de felonía que debería dirimirse en los tribunales, es darle a ETA todo aquello por lo que los bandidos han venido asesinando en los últimos 50 años. Zapatero se marcha tarde y con el máximo daño posible. Si este país aún tuviera conciencia de tal, no soportaría que, quien ha presidido su Gobierno durante dos cuatrienios, huya como si aquí no hubiera pasado nada. La Constitución tiene 169 artículos y todos son igualmente válidos; pues bien, uno de ellos, el 102, se refiere precisamente a las actuaciones del máximo mandatario democrático del país y reza así: 1. “La responsabilidad criminal del Presidente y los demás miembros del Gobierno será exigible, en su caso, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. 2. Si la acusación fuere por traición o por cualquier delito contra la seguridad del Estado en ejercicio de sus funciones, sólo podrá ser planteada por iniciativa de la cuarta parte de los miembros del Congreso, y con la aprobación de la mayoría absoluta del mismo”. Pues bien: ETA, Bildu, ya está en las instituciones; los presos se están acercando para que, llegado el momento ya con los etarras en el poder, todos salgan de las prisiones donde están siendo trasladados con el menor ruido posible; el Ejército es ya marginal, por no decir inexistente en el País Vasco; y Navarra está siendo acosada por los terroristas con la complacencia de un PSOE que probablemente el día 21 romperá su pacto con la Unión del Pueblo Navarro. Todo forma parte del volumen de exigencias que un día, hace muchos años, planteó con pistolas y bombas la archiconocida Alternativa KAS. Mil muertos después, Zapatero se ha rendido. ¿Cómo se llama constitucionalmente esa figura?

lunes, 7 de noviembre de 2011

Como Tiene la cara de Presentarse!!!

¿Cómo tiene Rubalcaba la caradura de presentarse a las generales?
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Acerca de ...
@Roberto Centeno .-Desde la Salamanca de mi niñez, siempre quise ser ingeniero. Después trabajaría toda mi vida en el mundo de los hidrocarburos. En ENAGAS como Director General, en CAMPSA como Consejero-Delegado, y a la desaparición del Monopolio asociado con Massimo Moratti, Presidente del Inter., y propietario de la mayor refinería del Mediterráneo. A la enseñanza llegué de la mano de Ramón Tamames, y gracias a su inestimable ayuda, obtuve la Cátedra de Economía de Escuela de Minas.

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Roberto Centeno 07/11/2011 06:00h

Después de habernos llevado, junto a Zapatero, a la mayor ruina económica, política y social de nuestra historia en tiempos de paz (y después de haber traicionado a los españoles, legalizando a una banda de asesinos y entregado el gobierno de una de las provincias más ricas del país) Rubalcaba se atrevió a afirmar hace solo tres meses que sabía perfectamente cómo acabar con el paro. Desde entonces el desempleo no solo no ha bajado: ha crecido más que nunca. Y, sin embargo, Rubalcaba ha convertido en eje central de su campaña el mensaje de que el Estado de bienestar, que él mismo ha hecho inviable, se encuentra en riesgo si gana el PP.

Siendo así, ¿cómo este irresponsable puede tener la desvergüenza de presentarse a las elecciones del 20-N? Peor aún, ¿cómo es posible que existan todavía más de ocho millones de personas (siete, descontando a aquellas atadas al pesebre) capaces de seguir creyendo a este apóstol de la incompetencia y, en consecuencia, capaces de votar su propia ruina y la de sus hijos? Como decía France-Soir, “los izquierdistas españoles, al contrario que los europeos, están tan llenos de odio por lo que llaman derecha que en su sectarismo ciego ignoran completamente el desastre económico y social al que les han llevado sus dirigentes. Son incapaces de exigirles responsabilidades por ello”.

Un paro desbocado: crece 1,6 millones de personas en tasa anual

Las cifras de desempleo de la EPA publicadas el viernes han sido aterradoras: un 22,5% de paro, cifra que Eurostat corrigió al día siguiente. El triple que los países centrales de Europa y más paro que todos los grandes países de la UE juntos. El paro juvenil es de casi el 50%, una situación inédita que condena a la mitad de nuestros jóvenes al ostracismo más absoluto o a la emigración. Más grave incluso es que estas cifras muestran que en el tercer trimestre el ritmo de destrucción de empleo se ha acelerado hasta el equivalente a 1,1 millones de personas en tasa interanual. Parecía imposible; nadie imaginaba que la cosa podía empeorar.

Pero los socialistas son capaces de todo. En octubre batieron un record histórico con 134.000 nuevos parados, lo que significa que la tasa de destrucción de empleo interanual ha escalado hasta los 1,6 millones de personas. La otra cara de la moneda es que la Seguridad Social ha perdido dos millones de cotizantes desde 2007, y casi 300.000 desde que Rubalcaba dijo que el Estado de bienestar estaba en riesgo si ganaba la derecha. Es incomprensible que después de cinco millones de parados oficiales y seis reales y ahora que se destruyen 7.000 empleos por día laborable la gente no salga a la calle a pedir la cabeza de los responsables.

¿Cómo es posible que Rubalcaba -el hombre que afirma que el Estado de bienestar se encuentra en riesgo si gana el PP cuando su partido ha dejado a casi tres millones de personas tiradas en la cuneta sin subvención ni prestación alguna- tenga la desfachatez de presentarse a las elecciones? En cualquier país civilizado le habrían echado a patadas de su propio partido. Y, sin embargo, ahí lo tienen: ignorando el paro, ocultando la destrucción del Estado de bienestar y diciendo memeces del tipo “No nos someteremos a lo que digan los mercados”.

¿Cómo que no hará caso de los mercados? Entonces, ¿por qué no explica a los españoles de dónde va a sacar los 150.000 millones de euros de deuda pública que vencen en 2012?; ¿de dónde los 100.000 millones más que España necesita para cubrir la diferencia entre los ingresos y los gastos públicos en 2012?; ¿de dónde el dinero para pagar la sanidad, a los jubilados, a los parados y para mantener el resto de prestaciones sociales?

Después de este desastre, cuando todos los países están haciendo reformas aceleradamente, Zapatero, con la prima de riesgo al límite, afirma que España ya no necesita reforma alguna; presume incluso de que no hemos tenido que ser rescatados. ¿Qué son entonces las compras masivas de deuda española por parte del BCE desde agosto, compras que han aplazado nuestra bancarrota?; ¿por qué bancos y fondos extranjeros están vendiendo masivamente todo la deuda española que poseen? Solo por el hecho de tener unas elecciones a las puertas, España se salvó el viernes de ser sometida en el G-20 a nuevas exigencias y a la intervención directa o indirecta del FMI, mientras el conjunto de la economía experimenta un deterioro tal que deja asombrados a los analistas.

Por qué votar socialista es votar ruina

Ya lo expliqué en una ocasión, pero quiero recordarlo hoy cara a las elecciones. Siempre que el partido socialista ha gobernado esta nación la ha llevado a la ruina. Este es un hecho inmutable. Sin la existencia del socialismo, España sería hoy mucho más rica, infinitamente más culta e infinitamente más justa. Son los líderes socialistas los causantes de nuestra ruina, pero son sus votantes quienes han hecho posible el desastre.

La primera vez que el socialismo hundió económicamente al país fue en la crisis de 1932, aquella que los historiadores izquierdistas achacan a “la traición de empresarios y banqueros para sabotear la República”. La realidad fue que el Gobierno de la República actuó con una incompetencia económica absoluta. Su única preocupación, como nos recuerda el profesor Velarde, fue la destrucción de los logros económicos de Primo de Rivera, los mayores de la primera mitad del siglo XX.

Ortega y Gasset, en su discurso ante las Cortes Constituyentes en julio de 1931, afirmó que “si el régimen hoy naciente no triunfa en la economía, no tiene porvenir”. Espantado después por la ineptitud del Gobierno clamaría: “Es menester que encarguéis (la economía) a las personas más autorizadas que en España haya. Y si no hay bastantes traedlas del extranjero”.

Marcelino Domingo, ministro de Agricultura -del que Alcalá-Zamora decía que “estaba tan ayuno de preparación, que era incapaz de distinguir el maíz de las algarrobas”-, con el mito republicano del pan barato decidió importar grandes cantidades trigo a finales de 1931. Cuando en 1932 dicho trigo estaba llegando al país, se recogió la mayor cosecha en años. El exceso de oferta hundió los precios y sumió a los campesinos en el hambre y la miseria. El otro mito republicano, la peseta fuerte, sosteniendo un tipo cambio artificial, nos daría la puntilla.

En 1933 la izquierda perdió el poder, que intentó recuperar en octubre de 1934 alzándose en armas contra el Gobierno legítimo, y que recuperó con el fraude masivo en las urnas de febrero de 1936, elecciones en cuya campaña el socialista Largo Caballero aseguraba que “si perdemos, iremos a la guerra civil”. Decidieron no correr más riesgos electorales y aplastar a la media España que no pensaba como ellos, lo que haría inevitable la guerra. “El Gobierno de la República ha caído en manos de unos pistoleros”, clamó D. Miguel de Unamuno desde Salamanca. Las ocupaciones de tierras y fábricas a partir de febrero harían caer la renta per cápita un 13% hasta julio.

Zapatero deja una bomba de 250.000 millones de euros entre vencimientos de deuda y necesidades de financiación para 2012 solo del Estado, que España ya no puede obtener, porque desde agosto solo nos compran deuda el BCE, bancos y cajas a cambio de que se les deje seguir mintiendo en sus balances y la caja de la Seguridad Social.
La era González, después de una etapa expansiva entre 1986 y 1990 derivada de nuestra incorporación a la UE, concluyó en catástrofe a causa de un considerable déficit del sector público, de una política monetaria restrictiva y, por ello, con altos tipos de interés, y de una peseta fuertemente sobrevalorada, y de las rigideces estructurales. La Seguridad Social, quebrada; la industria, aniquilada por el desastre de la reestructuración siderúrgica, naval y textil; una negociación desastrosa para entrar en la UE; el paro, por encima del 23% y los monopolios públicos, privatizados a precio de saldo, lo que supuso un expolio de dos billones de pesetas a los españoles. Ahora dan lecciones de cómo arreglar España.

Todo esto palidece comparado con el legado de Zapatero. Un legado que seguirá causándonos daños incalculables una vez desaparecido el personaje, pues sus concesiones en Bruselas aniquilaran el crédito a familias y empresas en 2012 y 2013. Deja, además, una bomba de 250.000 millones de euros entre vencimientos de deuda y necesidades de financiación para 2012 solo del Estado, que España ya no puede obtener -desde agosto solo nos compran deuda el BCE, bancos y cajas a cambio de que se les deje seguir mintiendo en sus balances y la caja de la Seguridad Social-, más 200.000 millones de vencimientos de bancos y empresas, imposibles de pagar. Ningún país del planeta puede salir de una crisis sin crédito y con deudas cuyas amortizaciones e intereses en un solo año superan el 40% de su PIB. Esta vez el socialismo español se ha superado a sí mismo. Esperemos que el 21-N esta plaga desaparezca al menos durante la próxima generación.

Felipe Gonzalez en las andadas!!!

LA PRENSA DE UN VISTAZO
Pedro J. responde a los "espumarajos" de González y Ekaizer ‘asesina’ a Blanco
Felipe González ha dejado a la prensa de piedra con su apoteósica aparición y hay mucha expectación ante el debate de esta noche.

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PILAR DÍEZ 2011-11-07
El Mundo le da un nuevo sopapo a Blanco al publicar una serie de sms nada recomendables para un ministro. Pedro J. ya le trata directamente de "político indigno". "Todo parece indicar que ha optado por esconder la cabeza debajo del ala" y "se está comportando como el político acorralado que es". Y no se resiste a responder a Felipe González, que pedía a gritos un psicoanalista en la sala cuando en medio de un mitin empezó a bramar contra Pedro J. González "sacó a pasear sus fantasmas al dedicar entre espumarajos dialécticos sus habituales descalificaciones al director de El Mundo", dice Pedro J. A Victoria Prego tampoco le ha gustado. "Los presuntos perdedores empiezan a llenar el aire de caca" y "Rubalcaba cometerá un error irreparable si continúa pegado a un González que se reboza en la mugre de la chabacanería".

Federico Jiménez Losantos habla del "debatito" y cree que en lugar de Campo Vidal, "debería presentarlo Georgie Dann". "Nadie como el astro veraniego francés ha sido capaz de reducir una canción a un estribillo y una estrofa a una palabra".

El País está profundamente desanimado con el debate de esta noche. "El PSOE tiene un solo disparo" y a Rajoy le basta "con ofrecer su lado amable", dice como si eso fuera tan fácil. Rubalcaba "tendrá que inventar algo para romper el ritmo pausado con el que Rajoy intentará dejar que pase el tiempo", es "su último cartucho", desespera. Jesús Ceberio no anima mucho más. "A Rubalcaba no le queda ninguna bala de oro ante el sombrío panorama que le dibujan los sondeos". Y eso que son los animadores. Eso sí, el periódico de Prisa ve fenomenal a Felipe González, tan lleno de energía que a veces se le ponen los ojos en blanco. "El PSOE saca pecho con su historia". Y es que González "no resta, suma y ayuda a movilizar al partido".

ABC cree que el debate, ni fu ni fa. "Nadie se deja engañar a etas alturas por golpes o frases más o menos ingeniosas. Poco o nada van a cambiar las cosas después del debate de esta noche". Félix Madero no da crédito. "Cuando leí que habían colocado a dos árbitros de baloncesto que iban a medir los tiempos, perdí toda esperanza". Sí, la verdad es que un poco raro sí que queda.

El periódico de Vocento vio a Felipe González "apoteósico y desaforado" y pregunta por Zapatero. "La política española recuerda pocos casos tan sobresalientes de fulminación", dice. Ignacio Camacho tiene la respuesta. "Zapatero ha sido víctima de una conspiración del Imserso".

La Razón aporta un detallito al debate. Los trajes que van a llevar Rajoy y Rubalcaba "se los elegirán sus respectivas mujeres", mira que tradicionales y Rubalcaba "solo quiere saber dónde está situada su cámara". Por Dios, qué agonías, ya la verás. Por si alguien tiene alguna duda, Mahuenda explica quiénes son los señores que se enfrentan esta noche. "España asistirá hoy a la confrontación entre el político que encarna un proyecto para la recuperación y la esperanza (...) y el protagonista del ejecutivo de los cinco millones de parados, responsable de una crisis institucional, política y moral muy seria. Esa es la elección". ¿Ha quedado claro? Por si a alguien le queda alguna duda. Belén Bajo nos cuenta cómo es Rajoy. "Es austero (...) le sobran dosis de paciencia, aguante y sentido de la responsabilidad" y además "le da igual si le tratan de usted o de tú, con tratamiento o sin tratamiento". Toma bofetón al señor Rubalcaba.

La encargada de atizarle capones a Felipe es Carmen Gurruchaga, que vivió un "episodio de Cuéntame (...) Sigue instalado en la demagogia, la mentira, el insulto faltón, el ataque".

Felipe González también ha logrado cabrear a Carlos Dávila, que dice en La Gaceta que los "sucios dinosaurios (...) han logrado embarrar la campaña hasta la náusea" con "patadas barriobajeras". Y con más razón que un santo se queja. "Estos son luego los que acusan a los demás de insultar". "Felipe y Guerra están achacosos, pero no han perdido la desvergüenza que les caracterizó". Así que, atentos a Genoveva. "Vuelve al clan de la tortilla. Vigilen sus carteras".

martes, 1 de noviembre de 2011

Santiago Niño Becerra 2 :paro siempre elevado

Zapatero - Gabilondo CONVERSACIÓN COMPLETA

Carrascal Austeridad para todos

Austeridad sí. Pero para todos
POR JOSÉ MARÍA CARRASCAL
POCO, por no decir nada, nuevo en el programa electoral del PP. Predecible todo él: desde la no negociación con ETA al fomento del ahorro, pasando por el apoyo a los planes de pensiones, la bajada de impuestos a las Pymes, el respaldo al derecho a la vida, la homogeneización de los sueldos de altos cargos elegidos, la simplificación de los contratos laborales, la reducción de los tramos del impuesto sobre la renta o el cambio en la elección de los magistrados del Tribunal Supremo. Todo ello viene pidiéndolo el PP desde hace años, sin que desde el Ejecutivo ni, todo hay que decirlo, desde la calle se le hiciera mucho caso. Ahora hay que hacérselo porque es el programa del que muy posiblemente será próximo Gobierno. Son ideas generales del pensamiento de centro-derecha tras el despilfarro socialista de los últimos años, que, además, se ajustan al ánimo que reina hoy en Europa y a lo que Bruselas nos reclama. En este sentido, parece una vuelta al sentido común —no se puede gastar más de lo que se gana—, que tan en falta se ha echado en la etapa a punto de terminar.
Se le puede acusar de poco conciso en los detalles. Todo el programa exuda un mensaje de contención, al tiempo que intenta asegurarnos que no se recortarán los capítulos más esenciales, como la sanidad, la educación y el apoyo a los más desfavorecidos, con los parados a la cabeza de ellos. Pero mientras que el candidato del PSOE quiere ayudarles con «nuevos impuestos a los ricos», una frase que siempre suena bien, en especial en tiempo de elecciones, el del PP quiere hacerlo fomentando la economía, bajando los impuestos a las empresas e incluso animando a los parados a que se conviertan en pequeños empresarios o en trabajadores por su cuenta, con las facilidades que se les dan para ello. Pero, repito, sin llegar a concretar, algo que puede entenderse, pues al menor descuido, a la más mínima señal de que van a recortar los «sagrados derechos de los trabajadores» o a «apoyar a los potentados», sus rivales se lanzarán sobre ellos como un lobo hambriento ante un pedazo de carne. Es la última bala que les queda, y ni siquiera está en su recámara. Pues cada vez que Rubalcaba dice: «Voy a subir los impuestos a los ricos para crear empleo», lo primero que piensan los españoles es: «¿Por qué no lo ha hecho usted antes, cuando estaba en el Gobierno, como vicepresidente incluso?»
Puestas así las cosas, la campaña se nos presenta como un pulso entre los que no quieren decir todo lo que van a hacer cuando gobiernen y los que tratan de arrancarles por todos los medios las medidas desagradables que tendrán obligatoriamente que tomar cuando lo hagan, al exigírselo las circunstancias, como se lo han exigido a ellos.
Que el próximo Gobierno tendrá que ir más allá de esas líneas generales y hasta cierto modo autocomplacientes que ha diseñado el partido popular para su programa electoral no cabe la menor duda. La incógnita es si el pueblo español las aceptará o tendremos una auténtica revuelta popular contra ellas, que les impidan alcanzar sus objetivos de estabilidad y relanzamiento económico. Es lo que teme mucha gente, no solo dentro de España, sino también fuera, pues ya hemos comprobado lo interrelacionadas que están las economías. Piensen en los problemas que estamos teniendo con Grecia, y eso que su volumen es un quinto que el de España.
Mi respuesta a esta pregunta puede sorprender a muchos —por lo insólita— y ofender a algunos, si se lo toman personalmente: no habrá levantamiento popular, incluso puede no ser traumático, a poco que se hagan bien las cosas. Seguro que las críticas, las acusaciones, los malos humores serán abundantes en los bares, casas y lugares de trabajo contra las medidas, pero no un alzamiento general. Y no lo habrá porque el pueblo español —a diferencia del griego o del italiano— está acostumbrado a obedecer. Es verdad que hubo explosiones de ira colectiva, que terminaron en guerras civiles. Pero no es ese el ánimo actual, por difícil que sea el momento y duras las circunstancias. Si la crisis se cocina bien en las alturas, no ocurrirá nada grave, como no ocurrió en parecidas ocasiones anteriores. ¿Recuerdan cómo se pasó de la Monarquía a la República en 1931? Los problemas vinieron después, cuando la República empezó a desilusionar a los propios republicanos. ¿Recuerdan las calamidades que nos vaticinaban a la muerte de Franco? Y ya vieron, fuimos un modelo de transición. ¿O cuando se legalizó el partido comunista? En ambos casos bastó que las más altas dignidades, el jefe del Estado y el presidente del Gobierno, actuaran coordinadamente y dieran las órdenes precisas para que no ocurriese nada. Y sin ir tan lejos, ¿qué pasó cuando el Gobierno Zapatero dispuso hace un año los recortes sociales más amplios de la democracia? Pues maldiciones, críticas, protestas, pero a nivel particular, no general, sin alterarse nunca el orden público. Se me dirá que ha ocurrido bajo un gobierno socialista, con el que los sindicatos tienen excelentes relaciones, por lo que han servido de freno al descontento, mientras que con un gobierno del PP actuarán de acelerador del mismo, con los comandos de «indignados» listos ya a lanzarse a la pelea en la calle, donde ya se encuentran.
Responderé que, siendo verdad, más verdad lo es ese descontento del pueblo español hacia la política y los políticos, que estos han fomentado de manera decisiva, al dedicarse más a mirar por sus intereses o los de su partido que por el bien general.
Hay la convicción general en el país de que se necesitan cambios importantes y recortes dolorosos. El problema es que quien más y quien menos piensa que los recortes tienen que hacerse a costa de los demás, no de él. Y si le llegan, seguro que pondrá el grito en el cielo. O en la calle. La única forma que tiene Rajoy de evitarlo es con el ejemplo. Empezar a hacer los recortes por él mismo y por los suyos, es decir, por la clase política. Anular cualquier tipo de privilegios que tengan sobre el resto de los españoles, que son bastantes más de los que se airean, y recortar la grasa que se ha ido acumulando en un Estado, sobrecargado de administraciones, rebosante de funcionarios, aplastado por consejeros, organismos y servicios prescindibles, si no superfluos. Y hacerlo sin distinciones de ninguna clase, sean personas, partidos o comarcas. Hay que acabar con todos esos aeropuertos sin vuelos, con esos palacios de congresos sin congresos, con esos trenes de alta velocidad sin viajeros, con esos festivales sin renombre, con esos premios millonarios sin obras de calidad, por no hablar ya de los viajes y representaciones en el extranjero de las más ínfimas instituciones del Estado, que no «ponen a nadie en el mapa», como se da como excusa al despilfarro que significan, sino que ponen de manifiesto la cortedad, insensatez y aldeanismo tanto de esas autoridades como de quienes las hemos elegido.
Con cortar toda esa quincalla, bastará para poner de nuevo nuestras cuentas en orden, sin necesidad de recortar en lo realmente necesario: la sanidad, la educación y el fomento del empleo. El problema es si Rajoy se atreverá con ello. Pues, aunque parece de cajón, se tropieza con una de las grandes carencias españolas: que solemos dar más importancia a lo secundario que a lo principal.
JOSÉ MARÍA CARRASCAL ES PERIODISTA