Pablo Isla heredará la presidencia de Inditex en la próxima junta general de accionistas. Y junto al cargo, el primer ejecutivo de la multinacional española también se beneficiará de un generoso plan de incentivos con el que el fundador Amancio Ortega pretende premiar el compromiso de su cúpula directiva, especialmente enfocado en la figura del vicepresidente y consejero delegado, al que eligió recientemente como sucesor para llevar las riendas de la compañía.
A pesar del reconocimiento, Isla se siente incómodo hablando de su promoción como presidente de Inditex, cargo al que accederá antes del verano. Lo demostró ayer, en la presentación de resultados del grupo, el formalismo anual en el que el gigante textil presenta en sociedad el lustro de sus cuentas (esta vez beneficios de 1.732 millones de euros), cuando fue preguntado por su designación como sucesor de Amancio Ortega, el empresario que le ficho para el grupo hace casi seis años.
Hace justo doce meses, Isla balbuceó un lacónico “me veréis en Inditex toda la vida”. El ejecutivo despejaba así las dudas existentes sobre su continuidad en el grupo, ante los comentarios que le situaban como delfín en Telefónica o comprometido con futuras responsabilidades políticas. No dio detalles, sin embargo, de la transición ordenada que Amancio Ortega le había propuesto, nada menos que sucederle en la presidencia, ni tampoco del plan de incentivos con que premiarían su compromiso.
Durante este tiempo, El Confidencial adelantó la intención de Amancio Ortega de preparar un programa de compensación para premiar a su cúpula directiva, de la forma parte los hermanos de su segunda mujer, tras dos años sin bonificación extra. Una situación que llegado a su fin, ya que la compañía textil aprobó al término del pasado año un Plan de Incentivo a Largo Plazo que tiene como objetivo prioritario fidelizar a Pablo Isla, su nuevo presidente, y al resto de los ejecutivos clave de Inditex.
Aunque no se conocen los detalles, ayer Inditex reveló algunos. Especialmente que, aunque el plan se aprobó a finales de 2010, la compañía ha provisionado ya un total de 6,09 millones de euros para premiar a sus hombres clave. Los consejeros recibirán 2,25 millones de euros y los directivos se embolsaron 3,84 millones a cuenta de los resultados de 2010, pese a que no se conocen los objetivos de productividad a los que están condicionados los incentivos.
Fuentes oficiales de Inditex aseguran que la descripción completa del programa se especificará en la memoria anual, de cara a la celebración de la junta general de accionistas, prevista para junio o julio. Ese documento también recogerá el destinatario de una indemnización de 1,52 millones, pagados por el cese de algún directivo o consejero. El único miembro del consejo que salió en 2010 fue Antonio Abril Abadín, relevado para aumentar el peso de los independientes.
Sin vinculación a bolsa
El nuevo plan de incentivos no está vinculado a la revalorización de la acción, sino a la evolución de las ventas y del beneficio entre los ejercicios de 2010 a 2013. Una sustancial característica, ya que los anteriores estuvieron vinculados directamente con el comportamiento de la acción en bolsa. El último, que se cerró en 2008, benefició a 187 altos cargos de la sociedad coruñesa, con un valor de mercado superior a los 70 millones de euros.
Con este programa de fidelización, Ortega quiere hacer piña con sus hombres clave, sobre todo Pablo Isla, que en verano será nombrado presidente del grupo. Después de antiguas salidas señaladas, como las de José Maria Castellano o Juan Carlos Rodríguez Cebrián, durante los años sin retribución especial abandonaron Inditex ejecutivos como Antonio Rubio, director financiero, o Agustín García Poveda, director internacional para Europa, que se marchó a El Corte Inglés.
Premios para todos
El último programa de fidelización, puesto en marcha en 2006, consistió en la entrega de 2,2 millones de títulos, el 0,35% del capital, a un total de 187 directivos. El principal beneficiado fue el consejero delegado Pablo Isla, que recibió 100.000 acciones. El secretario del consejo y los siete directores generales percibieron 21.500 títulos de Inditex. A los precios del 1 de octubre de 2008, fecha de entrega de las acciones, la totalidad del plan rondó los 70 millones de euros.
Dicho plan fue el segundo del Grupo Inditex desde que salió a bolsa en la primavera de 2001. Un año antes, Ortega quiso premiar, y de qué manera, a sus directivos. Aprobó un plan de opciones sobre opciones sobre un total de 3,01 millones de títulos al irrisorio precio de 2,93 euros. Las stock options podían ejecutarse a partir de 2006, cuando ya cotizaban por encima claramente de los 25 euros. La letra pequeña del nuevo se conocerá antes del verano.
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