domingo, 20 de marzo de 2011

La Dependencia de las Exportaciones

Obama advierte a China y Alemania contra "la dependencia de las exportaciones"

ANDY ROBINSON -ISIDRE AMBRÓS
- Seúl.Enviados especialesl -
Ya antes de iniciarse se había bautizado la "cumbre de la guerra de divisas", pese a los intentos de las autoridades coreanas por enfocar el último G-20 hacia cuestiones más tangibles como el comercio y desarrollo. Pero el resultado de dos días de negociaciones en Seúl entre las potencias viejas y emergentes es que no hay tregua. Solo un nebuloso compromiso en el comunicado del G20 para elaborar "normas orientativas" para hacer las balanzas comerciales compatibles con el crecimiento sostenible.

Barack Obama quitó hierro al fracaso. "Todo el mundo se ha comprometido a tener muy en cuenta los superávit y los déficit", dijo al término de la cumbre hablando delante de una foto enorme de un campo de "brotes verdes" con el eslogan: "Crecimiento compartido más allá de la crisis". Pero en un momento en el cual el los viejos desequilibrios vuelven a asomarse en la economía mundial, el presidente de EE. UU. advirtió a países como China y Alemania que no deben crear "una dependencia insalubre de exportaciones". Y especificó: "Ningún país debe pensar que el camino a la prosperidad pasa únicamente por las exportación a estados Unidos".

Pero EE. UU. ha fracasado en su intento de pactar un reajuste de las grandes divisas que considera clave para un crecimiento que no infle su déficit por cuenta corriente al igual que en desastrosos ciclos anteriores.
Tampoco ha podido convencer a las grandes economías exportadoras, principalmente China y Alemania, para que acepten metas cuantitativas para sus respectivos superávits y así eleven la demanda interna.
Tim Geithner, el secretario del Tesoro estadounidense, había planteado la idea de crear metas para que las economías del G-20 evitaran déficit y superávit por cuenta corriente -el comercial más algunos flujos de inversiones-inferiores al 4% del PIB.
Pero Angela Merkel, la canciller alemana, rechazó la idea tildando la propuesta de "políticamente motivada". Las relaciones entre Alemania y EE. UU. sufrieron en Seúl tras las declaraciones de Merkel y otras más incendiarias del ministro de Economía, Wolfgang Schauble que dijo que las políticas de recuperación estadounidenses eran "ineptas"

China cosechó lo que puede constituir una victoria táctica al evitar que en la versión final del comunicado se haga referencia a "la infravaloración competitiva", en referencia a las políticas de intervención chinas para evitar una apreciación del yuan. En cambio se mantuvo la referencia implícita al peligro de una depreciación descontrolada del dólar .

El fracaso de equilibrar el crecimiento mundial es cada vez más grave porque , según advirtió ayer el FMI, los mismos desequilibrios comerciales que generaron las condiciones para las crisis de endeudamiento de países deficitarios como EE. UU. (y España) empiezan a repetirse en esta fase de crecimiento . "El regreso hacia el reequilibrio es limitado y esperamos que los (déficit o superávit) por las cuentas corrientes vuelvan a sus niveles anteriores a la crisis", advierte el fondo en uno de los informes de Asesoramiento Mutuo del G-20.

Cuanto más sube un déficit por cuenta corriente más necesidad de financiación externa crea. Tanto Alemania como China han alcanzado niveles de competitividad que les ha permitido registrar fuertes aumentos de exportación de en torno al 20% en los últimos meses sin correspondientes aumentos de importaciones.

Bajo el llamado Plan de acción de Seúl, el G-20 ha encargado a los ministros de Finanzas y a los bancos centrales la redacción de normas orientativas para reducir los desequilibrios externos y mantener los desequilibrios por cuenta corriente en niveles sostenibles. Deben entregar el plan antes de la primera cumbre del G20 del 2011.
Los repetidos fracasos del G-20 a pactar ajustes cambiarios contrastan con el llamado Acuerdo Plaza de 1985 cuando -EE. UU., Europa, y Japón-pactaron en cuestión de horas la necesidad de bajar el dólar.
El billete verde se depreció el 51% frente al yen en los siguientes 18 meses.
Este consenso es mucho más difícil en el mundo multipolar del G-20.
"Ha sido más debate que resultados", confesó Dominique Strauss Kahn, director gerente del FMI. Stephen Harper , el primer ministro de Canadá. lamentó: "No podemos salir de esto con políticas de mendigar al vecino".

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