viernes, 11 de marzo de 2011

Entre 15.000 y 50.000 millones

El BdE cifra el rescate de la banca en 15.000 millones frente a los 50.000 que pide el mercado



Las necesidades de capital del sistema financiero anunciadas ayer por el Banco de España dejaron perplejo al mercado: 15.152 millones como máximo (y probablemente bastante menos), frente a los 50.000 millones que calculan los analistas internacionales y a los 20.000 que calculaba la propia vicepresidenta Elena Salgado. La razón de tal discrepancia es que el supervisor no tiene en cuenta las pérdidas que faltan por aflorar, lo cual puede hacer totalmente insuficiente la cifra anunciada ayer.

Y eso sería lo peor que le puede pasar a nuestro país, porque resultaría que el Real Decreto-Ley de recapitalización no sería la solución definitiva a la crisis financiera, sino uno más de los parches puestos a lo largo de los últimos tres años: el FAAF, el FROB, las fusiones, el invento de los SIP, la reforma de la Lorca, las cuotas participativas, la conversión en bancos y ahora, la recapitalización.

Este temor a un cierre en falso de la reestructuración financiera provocó ayer un ataque a España en todos los frentes. Moody's rebajó el rating de nuestro país precisamente por el riesgo del sector, Fitch también actualizó sus estimaciones de necesidades de capital, y los mercados castigaron duramente a los activos españoles: el Ibex cayó el 1,17%, más que el resto de Europa incluida la atribulada Grecia, y el diferencial de la deuda española frente a la alemana se ensanchó el 1,77% hasta 2,26 puntos porcentuales. Hace una semana se encontraba en 2,07.

El quid de la cuestión es que el Banco de España ha evaluado las necesidades de capital sobre la situación a cierre de 2010, que no tiene en cuenta las pérdidas pendientes de aflorar (aunque se supone que sí hace un ejercicio de pérdida esperada en la exposición inmobiliaria, si bien el supervisor no dio detalles al respecto). Si se tienen en cuenta dichas pérdidas, las necesidades de capital se disparan.

Los analistas de los fondos extranjeros interesados en entrar en las cajas calculan que queda por provisionar entre el 2,5% y el 3% de los activos de estas entidades para terminar de limpiar los balances. Eso supone 32.000 y 39.000 millones, según cifras del Banco de España. Este tipo de estimaciones son las que elevan los cálculos de capital hasta 38.000 millones que calcula Fitch en su escenario central, que llegarían a 96.700 millones en un escenario extremo. Moody's eleva la cantidad a 50.000 y Goldman Sachs da un rango de entre 22.000 y 59.000.

Frente a estas cifras, el Banco de España sólo cree necesarios 15.152 millones para el conjunto de la banca, de los que 14.077 son para las cajas. Y esta cifra seguramente será más baja gracias a la venta de capital y de activos por parte de las entidades. Así, las que consigan salir a bolsa rebajarán el requisito del 10% al 8%. El caso más llamativo es el de Bankia (Caja Madrid-Bancaja), que tiene el mayor déficit del sistema en términos absolutos, de 5.775 millones, pero que se salvaría sólo con 1.795 si culmina con éxito la OPV anunciada.

El rescate puede ser más caro que en Europa

Si nos ponemos en el peor de los casos, en el que ninguna caja consiga captar capital privado y tenga que capitalizarse íntegramente con dinero público, el agujero para las arcas del Estado sería tremendo. Los 14.077 millones se tendrían que sumar a los 11.559 millones ya concedidos por el FROB 1.0 (en forma de préstamos), lo que da un total de 25.636 millones.

Esta cifra representa en torno al 2,6% del PIB, lo que superaría el 2% de media que ha costado el rescate del sector financiero como media en la zona euro. Es decir, que este rescate saldría más caro para el ciudadano español que para los del resto de Europa. Y encima, con tres años de retraso.

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