miércoles, 13 de abril de 2011

Telefonica un Buen valor

La compañía arranca hoy su Día de los Inversores en Londres, en el que se tendrá que definir cómo evolucionará la retribución a partir del año 2013, después de los 1,75 euros comprometidos para 2012, y qué porcentaje del beneficio se destinará al dividendo.


Hoy es miércoles 13 de abril y miles de inversores están pendientes de una importante conferencia en Londres. El presidente de Telefónica, César Alierta, inicia la primera de las dos jornadas en las que este año se distribuirá el Día de los Inversores, la octava reunión con accionistas que celebra el grupo desde 2001. Un acto rodeado de expectación y que, en esta ocasión, estará más orientado a dar continuidad a los compromisos que en su día y, en un contexto económico muy diferente, asumió el grupo hasta el año 2012 en materia de retribución al accionista.

Siempre hay que contar con espacio reservado para sorpresas, pero no se prevén grandes novedades.El mercado espera que los directivos sean capaces de transmitir mensajes claros acordes con las políticas anunciadas anteriormente, con los que mantener la confianza de sus accionistas. Una de las claves de estas jornadas estará en su singular política de retribución, que ya captó todos los focos en el último Investors Day, celebrado en Madrid hace un año y medio.

Aquel día de octubre, el grupo asumió un gran compromiso: elevar el dividendo, destinando un mínimo de 1,75 euros por acción de los resultados de 2012. Este tipo de desafíos son los que en los últimos años han dotado a Telefónica de una gran solidez y visibilidad, convirtiéndola en el valor de la bolsa española que ofrece más rentabilidad a través de sus pagos. Pocas empresas en el mundo -algunos expertos se atreven a afirmar que no hay ninguna- ofrecen una visibilidad similar de mejora en dividendo.

Pero cuidado, porque estos objetivos tan claros pueden convertirse en arma de doble filo. No es fácil conseguir estar siempre a la altura de las expectativas. Ymucho menos cuando el entorno macroeconómico se vuelve más adverso.Ya sucedió en su última conferencia de este tipo. Aquel día, además de prometer jugosos dividendos, a la compañía no le quedó más remedio que revisar a la baja las previsiones de beneficio que había anunciado sólo dos años antes, en el encuentro con accionistas en Londres.

En principio, esta vez Telefónica no lo tiene muy difícil. Si quiere que el inversor siga viendo la botella medio llena,ynomedio vacía, le basta con corroborar que su objetivo de 1,75 euros aún es viable. Y todo apunta a que esto es lo que hará. La compañía "orientará la presentación a convencer que logrará cumplir su promesa", indica Iván San Félix, analista deRenta 4.Por supuesto, anunciar que no estará en disposición de pagarlo sería motivo de fuerte castigo bursátil, pero los expertos descartan esta posibilidad.

Para seguir aportando visibilidad
Pero a una compañía como Telefónica, que lleva casi una década elevando su dividendo únicamente lo mantuvo intacto entre 2004 y 2005, el mercado no deja de exigirle más. En el caso de que optara por dar más transparencia a su política de retribución y anunciara lo que entregará más allá de lo que ya sabemos, tendría dos opciones: mantener los 1,75 euros o seguir aumentando el importe.

Si se decanta por lo primero, habría algo de decepción, puesto que el mercado le reta a pagar 5 céntimos más con los resultados de 2013; la rentabilidad de estos 1,8 euros, a los precios actuales, rondaría ya el 10 por ciento. Muchas firmas de inversión se atreven a avistar estas mejoras. Entre los más optimistas, UniCredit que calcula un dividendo de 1,95 euros, Deutsche Bank y Nomura que esperan 1,86 euros y Natixis y Espirito Santo, que lo prevén de 1,85 euros.



¿Mejoras sostenibles?
No obstante, decepcionar o no darmás pistasde su estrategia futura no es lo que más debería preocupar a Telefónica. Hay más frentes que aclarar. La atractiva política de remuneración que ha consolidado en estos años puede jugar en su contra.

Y es que destinar más de 7.986 millones de euros, como se ha comprometido con lo obtenido en 2012, es una cantidad más que considerable incluso para la empresa, que hace unos meses anunciaba el beneficio récord histórico de la bolsa española. Concretamente, el objetivo fijado supone que casi un 90 por ciento de los beneficios previstos para 2012 vayan a parar a manos de los accionistas; cosa que antes no ocurría.

La cuenta es sencilla revisando el beneficio esperado, ya que de los 1,95 euros por acción que estima el consenso de mercado, 1,75 euros irían a dividendo. Olo que es lo mismo, de los 8.800millones que podría ganar en 2012, después de abonar dividendos, Telefónica únicamente contaría con unos 813 millones del beneficio. A partir de aquí, surgen varias preguntas que los directivos tienen la oportunidad de aclarar en esta reunión. Por un lado, si este alto porcentaje de pay out le permitirá mantener una estrategia de crecimiento y, por otro, si no tendrá que recurrir a otros recursos para poder pagar a sus accionistas como, por ejemplo, la venta de algunos activos.

Además del dividendo, "uno de los puntos más destacados serán las perspectivas de integración de Vivo en el negocio de telefonía fija en Brasil", apuntan en Renta 4.Mercado por el que mostrará su interés con un activo añadido, la presencia de Lula da Silva, ex presidente del país, entre los asistentes

No hay comentarios:

Publicar un comentario