Las Victorias Pueden Nublar La Vista

ROLAND GARROS | Analiza su temporada y la final
Nadal: 'Tantas victorias acaban por nublarnos la vista'
Nadal, junto a su tio Toni. (AP)
'No creo que el partido de Wimbledon, por lo que representaba, tenga el mismo significado que el de ayer', dijo en referencia al espectacular Djokovic-Federer
'¿Ventaja mental por los precedentes? "No lo pienso ni puedo pensar que la tengo', dice sobre la final
Óscar Fornet (Enviado Especial) | París
Actualizado sábado 04/06/2011 17:21 horas
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Las dichosas pelotitas nuevas. Dos semanas hablando de ellas, responsabilizándolas en parte de los problemas de Rafael Nadal en las primera rondas del torneo. El balear , de nuevo en la final a pesar de todo, se ha cansado ya de la pregunta. "Todo el mundo habla de las bolas, pero yo no las veo muy diferentes de las del año pasado. Además, no se gana o se pierde por las bolas", sentencia en la víspera del asalto a su sexta corona en París, por cuarta vez con Roger Federer como último obstáculo.

Quizás esos problemas no fueran tantos, quizás sea sólo cosa de la frágil naturaleza del ser humano, un día arriba, otro abajo, casi siempre en medio. Pero en el cielo o en el infierno, la única verdad irrefutable es que Nadal se encuentra por sexta vez en la final de París. Las ideas son subjetivas, condicionadas por las circunstancias, y casi nunca propias. "Tantas victorias...", comenta Nadal, que hace una pausa y medita antes de continuar. "Terminan por nublarnos la vista y no nos permiten valorar en su justa medida lo que ha pasado este año. No creo que todos sean capaces de superar lo que he hecho estas dos semanas para volver a la final. La exigencia, a veces desmesurada, hace que todos nos equivoquemos".

"Lo malo de todo esto", añade, "es que tendemos todos a terminar analizando si juego bien o mal, mejor o peor, y no llega al fondo de la cuestión, y es que en los últimos siete años he estado seis veces en la final y ya he ganado cinco. Los resultados son prácticamente inmejorables. Sólo he fallado una vez".

Equivocaciones que se repiten con Federer, por quien pocos situaron en la final en las apuestas previas al torneo. "A mí no me sorprende", responde el número uno, que de revalidar el título mantendrá su posición al menos hasta el lunes posterior a Wimbledon para completar un total de 102 semanas al frente del ‘ranking’, una más que Andre Agassi, séptimo en esta clasificación histórica . "Vosotros estáis más sorprendidos que yo", dijo a los periodistas. "Todos sabemos lo bueno que es Roger. Está haciendo una buena temporada. Perdió con Djokovic en Australia, Dubai e Indian Wells y contra mí en Miami Madrid. Pero es que es difícil estar siempre al máximo nivel. En algún partido ha dado la sensación de irregularidad, como contra Melzer en Montecarlo y Gasquet en Roma, pero salvo esos dos partidos, le he visto como siempre".

Nadal, que retrasó su rueda de prensa posterior al encuentro con Murray para asistir al 'tie break' del primer parcial entre Federer y Djokovic, calificó de "partidazo" la segunda semifinal del día, pero no cree que pueda ser comparada con la final de Wimbledon que en 2008 protagonizaron el suizo y él. "No creo que el partido de Wimbledon, por lo que representaba, tenga el mismo significado que el de ayer", valoró. "No es lo mismo una final que una semifinal. En Wimbledon se jugaban más cosas. Yo ya había perdido dos finales allí contra él. Si ganaba podía ponerme número uno, y luego estaba el dramatismo de la lluvia y la oscuridad, aunque aquí también pasó un poco eso. Fue un partidazo, pero no creo que globalmente se pueda comparar".

Comparar la final del domingo, si la lluvia no cumple su amenaza y el desenlace no se pospone al lunes, con la última que ambos protagonizaron en Roland Garros –en 2008, en la que Federer sólo sumó cuatro juegos- le parece absurdo. "En 2008 me sentí que estaba jugando el mejor tenis de mi carrera", admite. Pero han pasado ya tres años y las cosas cambian cada día. ¿Ventaja mental por los precedentes? "No lo pienso ni puedo pensar que la tengo", opina. "Federer tiene un juego que te desborda en cualquier momento. Tiene un saque espectacular, se mete dentro de la pista y te desborda. Yo tengo que aplicar mi plan a rajatabla. Tengo que hacerle sentir que no puede golpear la pelota con comodidad".