sábado, 18 de junio de 2011

Como evoluciona La economia

El razonamiento que se realiza, con datos válidos para Estados Unidos, es el siguiente. En los últimos 30 años el PIB se ha doblado, pero, paradójicamente, los sueldos se han estancado y son prácticamente iguales que por aquel entonces. ¿Quién es el responsable? La inflación, ganamos más nominalmente pero no realmente. Entonces, ¿a dónde van las ganancias? Según el Sr. Reich a los “super rich” (super ricos), que identifica como los que están en la cima de la pirámide cuando de dinero hablamos. Lo justifica con los datos de ingresos, hace treinta años el 1% más rico de la población se llevaba a su casa el 10% de los ingresos totales, hoy es el 20% y poseen el 40% de la riqueza del país.



Cree que esto conduce a que aumenten su poder en la legislación y por tanto se reduzcan los impuestos a los más acaudalados. El resultado son menores ingresos tributarios, déficit fiscal y menores servicios como educación, sanidad, infraestructuras… Asimismo las personas empiezan a echarse la culpa unas a otras, nacionales contra inmigrantes, trabajadores de la empresa privada contra la empresa pública, y demás debates que también se reproducen en nuestro país. Pero la realidad, según el vídeo, es que la clase media está débil, lo que les nos lleva a consumir menos, a no querer endeudarnos y en definitiva a una recuperación insatisfactoria y alto desempleo. Conclusión, economía fuerte = clase media fuerte.

Estoy totalmente de acuerdo con esto último como así he manifestado en alguna ocasión, si la clase media va bien es que las cosas van bien, en caso contrario algo está fallando. Aunque esto es algo muy matizable, ya que por ejemplo en una burbuja inmobiliaria todo el mundo parece feliz, pero no es algo ni real ni sostenible y luego hay que pagar la cuenta. Algo similar sucede cuando todo se basa en el endeudamiento. Digamos que, cuando a la clase media las cosas le van bien de forma sostenible, la economía “es fuerte”.

En lo que ya no comulgo tanto es en una idea que deja caer el vídeo, como los “super ricos” se están forrando a nuestra costa y no pagan impuestos el Estado no tiene dinero para educar a los niños y todo se va al garete. Algo de eso hay desde luego, pero en mi opinión el problema no está en que los ricos paguen “solo” un 35% de tipo general o 15% por las rentas del ahorro cuando antes tributaban a un 70%. Si miramos las estadísticas tributarias de la mayoría de países, los ricos ganan mucho pero también contribuyen mucho a las arcas públicas. Por ejemplo el caso de Estados Unidos en donde los impuestos están altamente en entredicho:



Vemos que el “top 20%” gana un 59.1% de los ingresos totales, pero por la contra paga el 64.3% de los impuestos. En otros países obtenemos resultados similares y de ahí la voluntad política que existe en ocasiones de atraer a los altos patrimonios con alguna rebaja, siendo finalmente beneficioso para el país. Seguramente el sistema impositivo que tasa la renta de las personas de Estados Unidos tiene muchas lagunas, pero aunque fuese perfecto creo que no resolvería los problemas. La cuestión no son tanto los tipos impositivos como la creciente divergencia entre “ricos y pobres”, no es que los ricos paguen poco, es que “los pobres” ganan poco.

Más datos interesantes, cómo evoluciona el sueldo de un CEO en relación al empleado medio:



¿Curioso, no? Nos pegamos entre nosotros cuando actualmente un CEO gana unas 350 veces más que un empleado medio mientras el ratio histórico es inferior a las 100 veces. Además vemos que los sueldos en la parte alta de la jerarquía suben muy por encima de los beneficios a la par que los de los trabajadores se estancan. Y si bien es simplificar demasiado centrarse en los “CEO” vamos enfocando el problema.

¿En dónde converge todo esto? Globalización. Y no, no esperen todo ese discurso antiglobalización que suele darse, porque soy muy consciente de los beneficios que da el comercio internacional aunque muchas veces no se reconozcan, pero déjenme dar un dato de por dónde voy. Observen la siguiente gráfica.



Si bien los resultados del 40% son puntuales, el progresivo menor porcentaje sobre el total por el impuesto de sociedades es un hecho. A raíz de la Segunda Guerra Mundial y coincidiendo con la apertura de mercados y fronteras parece que las empresas han buscado la forma de “optimizar” su carga fiscal aprovechando esta circunstancia, llegando a mínimos del 10% sobre el total o incluso menos.

Claro, con un tipo marginal de los más altos del mundo en Estados Unidos la “optimización” puede entenderse, donde ya jugamos a algo peligroso es cuando una empresa como Google tributa el 2.4% gracias a Irlanda pero sus beneficios vienen de otros lugares con altos impuestos. Es decir, hago mis negocios gracias a unos pero les doy el dinero a otros. Y si bien es injusto personificar en Google porque muchas lo hacen, es un ejemplo que muestra perfectamente lo que está ocurriendo globalmente.

Los viejos paradigmas tributarios están “KO”. Es cierto que las empresas crean riqueza, pero el Estado no puede sustentarse gracias a los sueldos que generan, salvo aplicando tipos de tinte confiscatorio, y por tanto se necesita también una parte de sus beneficios. Algo francamente difícil tal y como están las cosas. Por otra parte los CEO tienen cada día organizaciones más complejas, mueven más volumen, más personas y en más países. ¿Deben cobrar más? Muy posiblemente, si bien sería discutible cuánto. Ahora bien, el Estado tiene que tener los medios necesarios para que las divergencias no aumenten tanto cada día que pasa. Para ello es necesario saber muy bien qué queremos de él, eliminando dispendios y gastos absurdos, y potenciar por ejemplo algo tan necesario, y tan igualitario, como una buena educación. Curiosamente ésta, al igual que la economía, también está de capa caída en gran parte de occidente. “No defrauda quien no puede” es la ruina para todos, un sistema justo, eficaz y no confiscatorio la solución. Buen fin de semana, sean felices

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