En el libro que acabo de publicar para tratar de explicar los hechos y personas que nos han llevado a la ruina, que comienzan con el fraude de la Transición y desembocan en el desastre final al que estamos asistiendo día a día, se demuestra como Zapatero ha culminado la mayor catástrofe económica, social, política y moral de toda nuestra larga Historia en tiempos de paz. En poco más de siete años, ha aniquilado la que fuera octava potencia económica mundial, la economía más pujante de Europa, todo nuestro prestigio internacional y puesto en peligro cierto la unidad de una de las naciones más viejas de Europa. Pasarán varias generaciones, y eso solo en el caso de que el socialismo no vuelva a gobernar jamás a ésta nación –un siglo en opinión del profesor Juan Velarde-, antes de que los españoles consigan reparar la inmensidad del daño causado.
Los dos últimos regalos de éste inicuo personaje se culminaron la pasada semana para garantizarnos la profundización de nuestra ruina durante muchos meses y probablemente años antes de tocar fondo y permanecer en él por tiempo desconocido. El primero fue su inaudita aceptación en la cumbre de Bruselas, de unas condiciones para la banca y la deuda españolas que este irresponsable jamás debió aceptar, aunque se hubiera quedado solo peleando contra todos. ¿Cómo es posible que este insensato aceptara sin discutir que nuestros cinco mayores bancos tengan necesidad de recapitalizarse muy por encima de los cinco mayores italianos, franceses o británicos?
El segundo, que bien por estupidez o bien por maldad, aceptara también sin rechistar que sea el nuevo fondo europeo de rescate y no el BCE quien ayude a España en la compra de deuda, lo que significa que cuando el fondo se ponga en marcha las compras de deuda española – España necesitará en 2012 entre el Estado, banca y empresas ¡400.000 millones de euros!, 300.000 millones para afrontar vencimientos y 100.000 millones para seguir financiando el despilfarro, ¿quién narices nos los va prestar?- ya no serán gratis, obligaran a un ajuste brutal FMI style, donde los salarios se verán recortados, las pensiones reducidas y los impuestos a las nubes, ya que la casta política parasitaria, ni con Rajoy ni sin Rajoy, está dispuesta a renunciar ni a uno solo de sus inmensos privilegios y canonjías.
Y para acabar de arreglarlo, este indigente mental se atreve a reclamar al G-20 que esté “a la altura” para mantener el crecimiento económico, a la vez que muestra su “profunda preocupación por el paro y por la angustia de los desempleados”, y reclama planes urgentes para incentivar la economía mundial. Realmente el grado de estupidez, de miseria moral y de indignidad del personaje no tiene parangón ni en España ni en Europa.
El efecto multiplicador de su última tropelía
Desde su lamentable presidencia europea, “la más desastrosa en la historia de la UE” según el diario francés France Soir, donde los líderes europeos decidieron “no seguir soportando por más tiempo sus sandeces”, Zapatero se convirtió en un apestado a quien todos hacían el vacío y al que nadie hacía el menor caso. No es de extrañar que en esta última cumbre nos la haya jugado, porque además es tan cobarde que ya no se atreve ni a respirar. Y el resultado es devastador, porque las implicaciones de la recapitalización son sencillamente desastrosas: por cada 1.000 millones de recapitalización, un dinero que se inmoviliza y se retira del crédito, debido al denominado efecto multiplicador de la oferta monetaria, el crédito se reduce en 10.000 millones, es decir, una contracción de 260.000 millones de euros, lo que supone que el PIB se reducirá en 2,5 puntos y el paro se incrementará en más de 600.000 personas solo por ésta causa. Resulta grotesco que el candidato Rubalcaba, corresponsable del desastre, afirme que esta recapitalización mejorará el crédito. Realmente la estupidez, la ignorancia y la miseria moral del candidato solo es superada por la su indigno ex jefe.
Pero es que además, al haber aceptado una quita para la deuda soberana, ello abre al melón a todo tipo de deuda. ¿Y qué pasa con la deuda autonómica y local? Casi 200.000 millones de euros, porque no es solo la parte correspondiente a bonos, es todo, los bonos, la deuda comercial y los créditos de todo tipo a las empresas públicas. Y si le aplicamos el descuento que aplica el mercado a los bonos basura o similares, estamos hablando de un agujero adicional de casi 100.000 millones adicionales al del ladrillo, que es más del doble de ésta cantidad, es decir, la ruina de más la mitad del sistema financiero, y ahora en forma oficial.
Y luego la guinda del pastel, la EPA del tercer trimestre: 287.000 parados más en términos desestacionalizados, que es la única forma correcta de medir la realidad del empleo, un dato sencillamente terrorífico, porque significa que la tasa actual de destrucción de empleo es de ¡1.150.000 personas anuales! Y eso después de cuatro años de crisis y cuando el paro oficial bate todos los récords mundiales y más que dobla la media de la UE. Es algo que no está en los escritos. ¿Pero se dan cuenta del desastre que esto representa y del legado catastrófico que nos dejan Zapatero y el Partido Socialista?
Un necio, malo y felón
Es así como definía en estas mismas páginas a Zapatero hace unos meses, y no solo nada ha variado sino que no ha cesado de empeorar. Que es un necio es algo que no necesita demostración. Sus memeces, su ignorancia oceánica y su mendacidad han dado la vuelta al planeta. ¿Dónde está que cuanto más se endeudaran los españoles más ricos serían, porque los pisos nunca podían bajar de precio? ¿Dónde que la crisis financiera internacional no nos afecta? ¿Dónde que en España no hay ninguna crisis? ¿Dónde que tenemos el sistema financiero más sólido del mundo? ¿Dónde que esta será la legislatura del pleno empleo? ¿Dónde que no dejaremos a nadie tirado en la cuneta? ¿Dónde que jugamos en la Champions League de la economía mundial? Y así mentira tras mentira, payasada tras payasada.
Pero Zapatero no solo es un necio, como señalaba hace unos meses el diario francés de mayor tirada France Soir, “ahora sabemos que detrás de esa sonrisa estúpida solo hay un mal hombre”. Una maldad que comenzó con la anulación del Plan Hidrológico Nacional, la mayor y más eficiente infraestructura jamás proyectada en este país, financiada con fondos europeos, y que este irresponsable canceló por su odio ciego hacia Aznar, pasando por la falsa memoria histórica, un intento de enfrentar de nuevo a los españoles, por el desguace de la nación con la aprobación del Estatut, por el aplastamiento de los más débiles, cuando ante el cierre de los mercados en 2010, en lugar de reducir despilfarro, duplicidades y gasto suntuario, recortó salarios, congeló pensiones y redujo gasto social, y finalmente por la agonía a la que decidió someter al pueblo español, prolongando su mandato más de seis meses, sin más razón que legalmente podía hacerlo.
Zapatero el nuevo conde D.Julián
A semejanza del conde D. Julián, el gran traidor que en aquel aciago mes de julio del año 711 entregó España a un enemigo fanático, intolerante y cruel, al que tuvimos que combatir durante casi ocho siglos, Zapatero ha rendido una nación de 47 millones de habitantes a una banda de asesinos que en cualquier país civilizado hubiera sido absolutamente aniquilada. No solo ha legalizado a una banda de asesinos sin que esta haya entregado las armas ni renunciado a la lucha armada, no solo con los votos del Partido Socialista ha entregado a una banda terrorista el poder político y económico de Guipúzcoa, una de las provincias más ricas de España, no solo ha obligado a la Agencia Tributaria de dar acceso a ETA a sus bases de datos para que así estos asesinos conozcan la renta y la riqueza de todos los españoles, es que además el próximo 20-N sentará en el Parlamento de España a unos criminales cuyo objetivo explícito es la destrucción de la nación española, mientras se olvida de los 300.000 vascos que han tenido que abandonar su tierra por la amenaza de muerte de estos asesinos.
La herencia catastrófica de Zapatero se resume así: ha destruido el tejido productivo del país, arruinando decenas de miles de autónomos y pymes; ha llevado el endeudamiento total bruto del país al 400% del PIB, la cifra más alta del mundo desarrollado; ha dejado el gasto de las AAPP públicas fuera de control, se gasta casi el doble de lo que se ingresa; el paro oficial más que dobla la media de Europa, y el juvenil se acerca a la cifra brutal del 50%; ha reducido la renta disponible de las familias por primera vez desde 1950; ha dejado quebrado el sistema de pensiones, que tendrán que reducirse drásticamente en años venideros, ha dejado quebrado el Sistema Nacional de Salud; destruido el otrora excelente sistema de enseñanza público condenando a los hijos de las familias más humildes al ostracismo de por vida, y sentado las bases de la destrucción de la clase media y de la unidad de la nación española. Este es su legado. Ningún jefe de Estado había dejado un legado tan catastrófico en toda nuestra Historia. Solo espero que Zapatero tenga que responder de sus actos, y no solo ante Dios y ante la Historia.
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