La trastienda del caso Invercaria pone de relieve la existencia de una nueva generación de yuppies que se mueven entre la orilla política y la empresarial. Los nuevos personajes del ‘régimen’ andaluz que se descompone son los vástagos o familiares directos de los líderes del socialismo decadente, desde el hijo de Manuel Chaves al sobrino de Felipe González, pasando por su cuñada y hasta, de rebote, el novio de Bibiana Aído y otros muchos que se mueven a la sombra de un poder que tiene en Invercaria uno de sus paradigmas.
La primera conexión de Invercaria con la familia socialista llega de la mano de Iván Chaves, hijo del ex presidente Manuel Chaves. En su carrera como ‘hombre de negocios’, Iván trabajó para Bogaris bajo la dirección de Laura Gómiz, como ha publicado El Confidencial, cuando ésta era directora general de una división agrícola especializada en el sector oleícola, para la que el hijo de Chaves realizó trabajos de mediación y captación de inversores.
Un mes después de terminar la ‘colaboración’ de Iván Chaves con Bogaris, Laura Gómiz dejó esta empresa y fue fichada por Manuel Chaves para la Junta como directora de Invercaria. Allí se topó con otro vástago de las familias socialistas: el presidente y consejero delegado de esta sociedad era Juan María González Mejías, sobrino carnal de Felipe González, que le dejaría en 2010 la silla de la presidencia de Invercaria a Gómiz para saltar a otro cargo en la Junta.
Previamente, el sobrino de Felipe González había sido gerente de la empresa pública de limpieza en Sevilla, Lipasam, donde entró a ‘dedo’, gracias al buen hacer del entonces alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, que lo mantuvo hasta que el hijo de Juan Manuel González Márquez, hermano de Felipe, encontró acomodo en Invercaria, sustituyendo en ella como consejero delegado y presidente a Tomás Pérez-Sauquillo, responsable de la empresa en el ejercicio al que se refiere la auditoría de la Cámara de Cuentas objeto del escándalo de las grabaciones.
Proteger al sobrino o darle algo más cómodo
Sobre la salida de Juan María González Mejías de Invercaria hay diversas versiones. En algunos círculos se asegura que al sobrino de Felipe González lo quisieron proteger quitándolo de un lugar que iba a ser foco de escándalo (duró poco más de dos meses en el cargo), mientras que en otros se afirma que el puesto que más tarde le asignaron en la Junta era “más cómodo”, mientras que en Invercaria se necesitaba una persona con “más garra”, como finalmente ha resultado ser Laura Gámiz, de cuyo “temperamento” queda constancia en las grabaciones de su subordinado despedido, Cristóbal Cantos.
La entrada de Juan María González en la Junta viene a demostrar lo abigarrado de una administración autonómica cuya estructura es similar a la copa de un pino piñonero. El sobrino de Felipe salió de Invercaria en julio de 2010 y pasó a ser secretario general de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, dependiente de la Consejería de Economía, que dirige Antonio Ávila, la misma bajo cuyo organigrama está Idea, e Invercaria como dependiente de la anterior.
Sin embargo, la sociedad a la que se incorpora Juan María González debió de haber sido poco eficaz porque sólo once meses después se cierra y parte de sus competencias pasan a la Secretaría General de Innovación. Con las competencias, el sobrino de Felipe cambia de despacho para convertirse en secretario general de Innovación, sustituyendo a Juan Martínez Barea, un prestigioso profesional procedente de la Cátedra Sánchez-Ramade, que abandonó por decisión propia el despacho antes de que llegara el sobrino de Felipe.
Como el régimen a veces suele escribir derecho con renglones torcidos, este cambio en el organigrama de la Junta permitió reducir departamentos y, de rebote, situó en el mapa a Julián Martínez, novio de la ex ministra Bibiana Aído, que estaba colocado en la Delegación del Gobierno de la Junta en Madrid. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, decidió suprimir el Centro de Negocios de la Junta en Madrid y el Instituto de Innovación para el Bienestar Ciudadano, y pasar sus competencias a la Delegación del Gobierno en la capital de España, es decir, más trabajo para el novio de Aído gracias a la recolocación del sobrino de Felipe.
¿Qué hubiera pasado si la madre audita al hijo en Invercaria?
Pero el hilo que une al clan familiar sigue hasta el punto de llegar a una funcionaria del cuerpo de Técnicos de Auditoría de la Cámara de Cuentas, que se llama Carmen Mejías Severo. ¿Qué habría pasado si esta funcionaria hubiera tenido que auditar las cuentas de Invercaria en el ejercicio de 2010? Pues que tendría que haberle puesto nota a su propio hijo. En efecto, Carmen Mejías es madre de Juan María González Mejias, y esposa de Juan María González Márquez, hermano de Felipe.
Afortunadamente para la familia, Carmen Mejías prefirió tomar otro camino y Gaspar Zarrías, mano derecha de Chaves, el padre de Iván, la colocó en la Consejería de Presidencia, que él dirigía, como secretaria general técnica… Todo queda en casa, aunque en este caso sea la casa común y no el domicilio familiar.
Toda la familia en la misma sociedad y la madre en Presidencia
La mayor conexión familiar de este clan, sin embargo, se encuentra en el sector de la publicidad, por extraño que parezca, y consta en las actas de sesiones del Parlamento andaluz. El diputado popular José Luis Sanz, secretario general de su partido en Sevilla, irrumpió en la Cámara autonómica en la última legislatura en la que Zarrías ocupó la Consejería de Presidencia de Chaves para ponerle sobre el atril una curiosa coincidencia.
José Luis Sanz aseguró, y así consta en las actas, que la Junta asignó un concurso por valor de 7.3 millones de euros a la multinacional MacCann Erikson, asociada con la empresa Al Sur, en la que participaba Interlab Media, una sociedad en la que se encontraban Juan María González Márquez y sus dos hijos, uno de ellos, el que después sería presidente de Invercaria. Y lo más curioso es que la esposa y madre de los miembros de esta empresa era Carmen Mejías, secretaria general técnica de la Consejería de Presidencia, que fue la que concedió el concurso.
¿Qué hubiera pasado si se hubieran tomado medidas entonces a raíz de este tipo de coincidencia? Pues, posiblemente, que el sobrino de Felipe no habría llegado a la Presidencia de Invercaria… Claro, que esa coyuntura no habría impedido que Laura Gámiz, compañera de Iván Chaves en Bogaris, hubiera sido tan imaginativa como pedía que fueran sus subordinados cuando, presuntamente, les pedía que falsificaran informes para avalar inversiones en empresas que en algunos casos eran de amigos del partido.
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